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"La última noche de Boris Grushenko"

Artículo publicado en el mes de Julio dentro de mi columna "Notas desde el retrovisor para seguir huyendo" del magazine de la web el Rincón del Vago. 


"Notas desde el retrovisor para seguir huyendo"
"La última noche de Boris Grushenko


Francisco Javier Fresneda.
Escritor y articulista.  Autor del blog Aullidosvitales.blogspot.com


Como en una road movie o en las aventuras descritas de mi admirado libro “En el camino” del precursor Kerouac, esta columna pretende ser una huida de esta realidad brumosa y asediada. Perseguida la cultura y encendida la indignación. Por eso asumo el pasado a través del retrovisor como una manera de aprendizaje para avanzar. No caer en los mismos errores - materialmente imposible- y aplicar los valores pretéritos en la nómina futura. Igualmente pasa con la literatura, el cine o la música. Pretendo a través de estas líneas acercar a nuevos aficionados o jóvenes inquietos a descubrir dichas referencias de las que no debemos desprendernos.


Nos adentraremos en las peripecias ingeniosas de Woody Allen, al sonido de los sitios del recreo de Antonio Vega o a las locuras racionales de Leopoldo Panero. Descubriremos voces, imágenes y vivencias que no nos conviene olvidar. Daremos con el quid que arrebata la sensibilidad y la muestra en la subjetividad de cada cual.  


En la esencia de los autores el reflejo en la piel de las pasiones y las obsesiones de cada uno. Porque también nos marca la personalidad la esencia de lo que vimos, escuchamos, leímos y en esencia, sentimos. Ahora que la cultura es un animal perseguido y condenado. Impulsado por el modo del IVA y las batallas contra los piratas, perdidos los tesoros, trataremos de encontrar en esta sección a los inmortales de cada género. Aquellos que reflejen los valores y la dicha cultural que merece tratar y perseguir. Seremos bucaneros en busca de los deseos e impresiones que marcan la existencia de los artistas. Buscando la profundidad de los mundos sutiles.

Así pues comenzaremos hablando esta semana de una película de una comicidad excéntrica, justo un movimiento reflejo para obviar nuestra realidad. "La última noche de Boris Grushenko" película de 1975 del gran Woody Allen. Preludio y estudio de lo que sería el director en sus siguientes películas. Broche para terminar su primera época de hilarantes filmes y comedias con cierto sentido del absurdo. Diálogos encuadrados en lo que podrían ser equivalentes a los chistes que años atrás comercializo para los monólogos que vendió para que lo popularizasen artistas de la talla de Bob Hope. Quizás nadie podría imaginar la carrera de este prolífico director que participo en numerosísimas de sus películas. Esta película fue el paso para su mayor éxito cinematográfico, "Annie Hall" que remarcaría mucho más su estilo pero de ello posiblemente habláremos en otra semana.

Fuera de las premisas que le vincularían definitivamente con la crítica y el público esta última noche es un relato mordaz ambientado en la época zarista a través de nuestro protagonista, un antihéroe que se ve envuelto en una suerte de infortunios hasta que la muerte le da cobijo, una vez que después de haber sido involuntariamente Salvador de su patria frente al imperio Napoleónico será apresado y sentenciado por un intento de asesinato sobre el general francés.






Las peripecias del cobarde y anti beligerante Boris enamorado de su prima, inicialmente no correspondido, es una continua serie de chistes y chispeantes diálogos, inspirados en la literatura Rusa, encarnados en Tolstoi o en Dostoievski. Por los avatares de la guerra Napoleónica nuestro anfitrión tiene que marchar al frente, poniendo en el baremo de su existencia todos los miedos y frustraciones como indica el título original del film, amor y muerte. Serán los dos grandes temas sobre los que girará el argumento de la obra aunque condimentado con dosis varias de filosofía y religión. Todo ello da como hemos indicado una sucesión de genialidades y de risas frecuentes.


En esta película participo como la inspiración del amor de Boris, la que luego sería musa real del director en la vida real durante varios años y películas Diane Keaton. También destaca la belleza de la menos conocida actriz que en paz descanse Olga George Picot.



Baste esta primera referencia para tomar contacto y sea una manera sencilla y risueña para enfrentarnos con la semana. Quizás de las películas menos recordadas del maestro judío.


Fco. Javier Fresneda.
(kerouac97@hotmail.com)







Comentarios

  1. Enhorabuena, fantástica crítica. ¡Habrá que echar más vistazos a ese retrovisor! :-)

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