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Mostrando entradas de marzo, 2020

Coronavirus 19

Coronavirus 19 El insomnio ha crecido exponencialmente. Esta noche su porcentaje de éxito ha sido abrumador. Un ochenta por cierto, aproximadamente. He aprovechado para pasar calor, pensar, levantarme, pasear, leer, beber, elucubrar, jugar, miccionar e incluso escribir esta crónica.  Achaco yo esta situación a tres posibles causas. La primera de ellas que, todo ciudadano o patriota de bien debe pensar y pasar, la plausible preocupación o el pesar de lo vivido, con el consiguiente estrés síquico que pueda derivar. Aunque no seamos conscientes de ello. Pero, cierto trauma puede traumar. No sería la primera vez que, por causas inverosímiles y con falta de criterio, se achaque la tosquedad o la introversión o la necedad a un achaque en la temprana edad de la infancia, sin que sea ello motivo. Habiendo causa real como es el caso, de lo experimentado con la pandemia, nuevos trastornos serán recreados y confirmados.  Otra de las causas, que puede ser considerada también, es l

Coronavirus 18

Coronavirus 18 Esta mañana llueve. Frío al rostro y limpieza ambiental. Pero, nunca llueve a gusto de todos. Tampoco la manera que cae la lluvia es idónea para cada pupila. Infructuoso es el cristal o la moneda. Siempre hay una cara y una cruz. Espejito mágico dime quien es la más hermosa. Lluvia de mañana, aséptico verbo que limpia superficie y mente.  Es claro efecto, imposible contentar a todos y más en los momentos coléricos a los que asistimos. Cierto partido político no ve bien los dones de determinados empresarios, sus razones tendrán. Pero la forma insultante y ególatra me indigna. No me consuela su sentencia desmedida. Agradezco las donaciones necesarias. Aunque podemos achacar el porcentaje que desgrava en la hacienda pública. Como los Ertes necesarios que tiene que imponer en sus negocios que, tendremos que pagar todos los españoles. Pero como digo, el acto de la donación me parece loable. Lo que no comprendo es que si se hace tal acto desprendido, deber

Coronavirus 17

Coronavirus 17 Domingo. Caen los días con mayor rapidez. Anda sus horas y en acertado despertar suena el himno de la alegría de Miguel Ríos. Nueva utopía acertada al bofetón de la realidad.  Occidente y su arrogancia. El hombre en su pedestal supremo. Europa al completo ha desatendido su vulnerabilidad evidente. Algo que se planteó desde los ataques del Ántrax en el año 2001. Sobre el papel, como con el cambio climático, pensaron en hacer algo. Papel mojado sobre los egos de la indiferencia. Un broche de hojalata para lavar conciencias, sólo se preocuparon en plasmar su posibilidad. Así en terco disparate sufrimos la arrogancia humana y el desliz.  Si algún país estuviera gestionando bien la crisis del coronavirus, tendrían que compartir su conocimiento. Una red tejida de solidaridad y no de despropósito. De despreció. Como inmigrantes arrojados, como leprosos deshechos. Puede que los comunes mortales cambiemos nuestra percepción cotidiana. Nuestra condición hu

Coronavirus 16

Coronavirus 16 Los días continuos parecen repetirse, las rutinas son consignas precavidas pero, también pueden ser peligrosas derivadas. Despierta el fin de semana, alguna variación debe notarse. Con esta dignación humana ante lo desconocido urdimos nuevas cuitas.   En casa se levantaron más tarde, en mi caso contra mi natural expresión en laboro día, continuo despertando temprano. Quizás las ganas de enfrentarme a un nuevo artículo. A una breve idea inmadura que vaya creciendo, a medida que visto los renglones. Al miedo de avanzar por guión desconocido. Variando un poco la rutina este fin de semana abandonaré el whatsapp, descansando las respuestas por mor de una cierta calma. Visitaré lo justo las redes sociales para no caer en ningún laberinto de fauno.  He aprovechado para meditar, aprovechando la soledad matutina mientras duermen. Fecundando posibilidades, madurando utopías. Pero siendo asertivos con ideas pasadas, antes de los tristes acontecimientos. El

Coronavirus 15

Coronavirus 15 Con altanera elegancia aposté mi garbo despistado y con expresión infantil y curiosa rebusque entre los anaqueles. El lomo rojizo y gastado de la piel que recubría el tomo me señaló la evidencia. Lo que años ha, había sido objeto de cotidiano hábito, su consulta fue decreciendo a medida que los enchufes se acercaron.  Hoy me he propuesto jugar, inspirado por la insinuación de mi querida amiga lectora Renate, de procedencia teutona, pero española ya de acción y elección. Agradecida, me dijo por la lectura de mis textos porque tenía que repasar su diccionario. Refrescando su memoria y su lengua de adopción.  Basado en esta confesión, he buscado en mi biblioteca una edición magníficamente encuadernada, de los episodios Nacionales de Benito Pérez Galdos, la tercera serie, publicada en 1971. Escritor costumbrista que me acercará a cierto realismo que pudiera asemejarse a este año. Y así, en la visión de su año 1837, recuperar palabras desdibujadas o des

Coronavirus 14

Coronavirus 14 Decae el espíritu a fuerza de los malos golpes del destino. Que el tronco que sustenta tu vida no sea partido por la violenta sacudida del huracán. Que el descrédito de tu fe no sea arrojado al corazón de la desesperanza. Pero se hace difícil cuando la adversidad te ha tocado directamente.  Como es costumbre, en la mañana temprano me pongo a escribir estas líneas , una vez reposado el día anterior. Como terapia ante los sucesos. Como compañía ante los silencios. Hoy su efecto placebo se ha diluido. Sirve de poco cuando tú círculo ha sido contaminado. Así, le ha pasado a una querida allegada, de la que no daré más datos personales, ha perdido dos familiares. El peor de los reveses en este infierno.    Atacada directamente sobre dos seres queridos. Y un tercero en el hospital. Es una noticia tan sobrecogedora que, no hay palabras de consuelo. Quizás sea por eso que, hoy me he levantado más temprano de lo normal, habiendo suprimido las siestas de nuestr

Coronavirus 13

Coronavirus 13 Un nuevo día al despertar. Hoy,    he tratado de mantenerme al margen de lodazar mi mente. De enfangar mi esperanza. Las estimaciones de mis planes. La audacia de mi día a día. Porque el hombre es animal de rutinas y, las rutinas deben modificarse si la costumbre es mancillada.  En veinticuatro horas de mi reloj, hay ciertas acciones que se van repitiendo. Una de ellas he modificado. Aprovechando que la pizpireta Sara acoge la siesta con soltura y relajo, displicente, se encomienda al letargo. Hemos decidido no hacerlo nosotros también, para acumular fatiga y sueño. Así poder disfrutar de un paréntesis lúdico interesante. He dispuesto durante    el tiempo cedido, acercar uno de mis sillones a la ventana y recuperar cultura. Esa que se ha ido por el sumidero de los años, por la plegaria del trabajo. En ese espacio me vuelvo a encontrar con la lectura metódica, reposada y elegida. A ser posible en papel. Hay que ser un romántico para poder degustar más el pl

Coronavirus 12

En este mundo raro como decían los Secretos, se hace necesaria la fortaleza y la inmunidad del inocente. Que las soflamas de los virus informáticos penetren en las entrañas de los malhechores y nos dejen en paz.  Como diría el hombre bueno de Depedro  “Y me decía, esto va salir bien Y repetía, no sé por donde fue Y que sabía, como andar de pie Y me pedía, que le ayudara a ser Un hombre bueno, un hombre bueno” Como buenos augurios los desprendidos de espíritu que con coraje se entregan a los demás. A la causa de su aflicción. Recuerdo ahora tantos héroes que nos enseñan a ser hombres buenos. Al menos deberíamos intentarlo.  Cada uno dentro de sus posibilidades debemos hacer lo que podamos. El día ha sido intenso en las tareas organizativas del hogar, no hay tregua. Muchos se darán cuenta de la valía de las madres y de las empleadas domésticas y sobre todo de las amas de casa. Una labor de vital importancia en el quehacer cotidiano de todos.  He sido paya

Coronavirus día 11

Coronavirus 11 Soy un hombre de pecados ciertos, de culpas en la espalda, propias y ajenas, de silencios rotos y de ilusiones improbables. Soy humano con voz sencilla y trato amable aunque esquivo por la naturaleza de mis semejantes. Quizás trazos de timidez en mis solapas o exceso de educación mal entendida por no saber decir NO. Espero la noticia de la aurora y recuerdo los destellos del anochecer. Ojalá estas vivencias nos vuelvan a retornar a esos adolescentes impúberes que guardaban los valores ahora perdidos.   Me congratulo al notar rayos de esperanza, en la acción conjunta de gobierno, comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid en la realización del hospital de campaña en el Recinto ferial de Ifema en menos de 48 horas. Dando el ejemplo que solicite en artículos pasados. Trabajando unidos venceremos. Me congratulo de ver cómo dirigentes políticos escorados hacia la economía van cambiando su balanza hacia la salud. Y a pesar de haber tomado medidas de precaución, más

Coronavirus 10

El miedo busca su acomodo en el sofá del salón. Se muestra invisible en un efectivo aquelarre contra el ser que lo invocó.  Las circunstancias que subyacen son lodazal de un amplio espectro de posibilidades. Y la causa, la incorregible condición humana. El insomnio me ha devorado hoy y la preocupación no se sacia. Supongo que, estoy pasando por una etapa lógica dentro del confinamiento sometido. Hoy me siento como la lluvia que fustiga la ventana. El dolor de los que se fueron, Mercedes al encuentro de Alonso que le guardaba sitio en el paraíso de los hombres buenos. El encierro será largo y la fortaleza psíquica cada vez más necesaria. Hay verbos que no se pueden materializar pero adjetivos admirables se pueden ver en las pequeñas historias de cada día.  Me ha sorprendido la adaptación de la infantil Sara. Hace días les conté que cuando uno de sus padres se preparaba para sacar a pasear a Donna, un ceremonial de protocolos varios invocando a la suerte del no encuentro y de l

Coronavirus día 9

Coronavirus. Día 9 El poema que da forma a mi vida son versos inacabados, estrofas de rimas asonantes y símil de diferente apostura. Libre retórica de expresión dentro del acelerado ritmo del que pretendo huir. Alejarme de vocingleros que rompen la forma y la belleza de la poesía.  Esta claro que exponerse en estos tiempos es condena segura. Porque nadie pretende que pueda gustar a todos, lo que uno escribe. Pero, cuando las formas son propias de dictaduras fascistas o comunistas, me irrita sobre manera. Tolero por norma al diferente y al disidente. Toleró al que tiene una vida y muestra otra, al puritano promiscuo y al juerguista de salón por casa. Tolero la risa nerviosa de una escaramuza de buena fe y hasta el trampantojo para hacer feliz. Tolero incluso a los fantoches y a los fanfarrones haciéndome creer sus absurdos para que se sientan bien. Pero, me soliviantan los ataques personales e insultos. Hoy he sido sacudido por alguno de ellos. De verdad, demostrarme vu