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Mostrando entradas de septiembre, 2013

Feliz cumpleaños, killer

Otro año más la cara salvaje del rock volvió a cumplir años.  De escándalo en escándalo surgió la tempestad. Otro cachorro de la Sun Récords en la boca del puritanismo yanqui.  Influenciado por el desenfreno de los tugurios de los barrios negros. Puso su desenfreno al servicio de la originalidad instrumental. Con un piano a cuestas quebró la moral y asesino cualquier rasgo burgués que asomase por el camino de sus notas. Tal como ayer del año 35 nacía Jerry Lee Lewis forjando una personalidad arrolladora y miles de anécdotas exageradas, creando un mito en vida.  Su flequillo a lo loco y su vitalidad desbordante fue eclipsada por diversos ajustes legales y escándalos que le enmudecieron durante algún tiempo. Pero siempre presente a través de los seguidores del Rockabilly. A partir de un biopic sobre su persona, el gran Jerry volvió a subirse al carro de la fama y a esa aureola de divo y rebelde que tanto engancha. Además de ser un autor de canciones prolífico lo que fomenta su superviven

"Concierto de los Dirty preachers"

Hermanos y supervivientes de las épocas pretéritas del mundo auténtico. Como constancia de una vida mejor a golpe de rebelde canción, nada mejor que asistir a un concierto de los preachers. Acertado concierto de pecadores a golpe de mejorar canciones originales, pasando por el tamiz de sus versiones. Enfoque acelerado y vitalista. Allí teníamos a parte de nuestra adolescencia pasando por la instrumentación de estos rebeldes del ritmo: Gustavo Villamor, gran contrabajista,  que con su buen humor, la gran técnica y talento con el instrumento envolvía y marcaba las canciones; el inefable Rey Luí, en un plano más alejado pero con sus chascarrillos y su pose de gígolo marcando con su voz temas standard en su ya magna carrera como la canción "Quiero ser como tu" a un ritmo in crecendo,  inundó la sala de alegría e ironía; Angel "siete vidas", siempre desde la humildad de un gran caballero estuvo a la batería durante la primera parte del concierto para pasar desp

La decisión

Articulo publicado en el periódico digital LaOpinión de Trujillo el   18 de Septiembre de 2013 La noche anterior se tomó la luna y las estrellas. La conciencia de un suspiro con el licor en el gaznate. La sensación fue que se tomó la vida, que las greñas de la insatisfacción eran motivo de un largo y crepuscular camino. Eran los motivos sobre sus hombros los que hacían el contrapeso y aniquilaban cualquier expresión de ilusión. Mientras subía la Cuesta de la Sangre, sentía el correr por sus venas de gotas compuestas de desesperación. La cuesta empinada no era motivo de cansancio sino que era el agotamiento de su vida lo que motivó los tragos nocturnos en un aquelarre de olvido y sanación. Consiguió la amnesia, pero lejos de curarse la carga era aún más pesada. La rueda no avanzaba y el dinero no se movía y ante esa inclemencia los sueños se derrumbaron. Recordó a través de inconexos flashes de recuerdos escenas de los días anteriores. Se recordó implorando un dinero que no le pudieron

BB King o la destreza del blues con nombre de mujer, Lucille.

1925 de un día tal y como ayer de Septiembre nacía el gran maestro   BB King El ambiente con el que se encontró al topar con la vida fue duro. Tan duro como el gran delta del Mississippi. Al mal tiempo buena cara y una guitarra al que enfrentar las tristezas de corazón. Un buen blues en el paladar y el orgullo digno del gran hombre en su destreza.  De nombre real Riley B. King. Su lugar en el mundo una familia como tantos otros. Luchadores de la tierra con el único porvenir de sus manos, en manos de la iracundia del temporal y la ignominia del Sur. Como tantos otros que crecieron en la adversidad de los tiempos. Arrastrando desde tierna infancia el poso incrustado del blues en las agallas de los hombres.   Desde pequeño su tío le llamaba baby, término que devino trasformando se en el apelativo con el que todos conocemos  a BB, el gran guitarrista del Río. De infancia complicada ya que su madre le abandono al marcharse con otro hombre. Eran los signos que marcaron su blues.

Tutti Frutti (canción)

http://m.youtube.com/watch?v=F13JNjpNW6c&desktop_uri=%252Fwatch%253Fv%253DF13JNjpNW6c&autoplay=1 ¡Dios salve a la reina!,  y no quiero decir con esto a su graciosa majestad británica. Sino a la poderosa reinona del rock and roll. El gran Little Richard en este día realizo su primera grabación. Tutti Frutti es la canción de Little Richard, más rebelde y procaz quizás, en ese año 1955. Año de coincidencia con el Million quartet dollar. Con la apertura "Womp-bomp-a-loom-op-a-womp-bam-boom", noqueando y satisfaciendo ansias rebeldes. Más en aquellos años de puritanismo y de lucha por los derechos civiles. Un sonido rompedor para la época, estremeciendo a los jóvenes que querían y creían en un mundo mejor, a través del sonido del rock and roll.  Sentando las bases tanto de una transformación musical como social.   Pero Tutti Frutti fue un gran escándalo, una canción de dudoso gusto por sus intenciones vulgares, cantada por un negro, perteneciente a un escalafón

"Jhonny Cash o la dignidad del Sur".

Vomito de la entrega del Sur".  El hombre de negro, contradicciones de la vida, se crió entre el blanco color del algodón. En una apuesta de a todo o nada simplifico la pose  de muchacho pobre de Arkansas, endureciendo la figura del militar que sirvió a la patria.  Así se gesto la figura de  uno de los padres del primigenio rock and roll. Uno de los cachorros de Sam Philips en la Sun Récords. Su voz fue percutiendo entre los problemas sociales. De los tiempos duros abocados en el sufragio de los perdedores. Cash era su espejo y su calma. Con su profunda voz de la América rural desnudó su espíritu como años atrás recolecto el algodón. El sudor del oprimido y del desclasado se enjugaba con el pañuelo del tipo de Arkansas.  Con la dignidad a flor de piel y la apostura del indómito rebelde sorteo los tiempos salvajes. Y a los salvajes calmó. O al menos fue placebo de la solución a sus problemas.  Figura respetada y temida por los aficionados al género. Virtud y elegancia de c

"Muerte"

Hace tiempo que no escribo un poema para el blog. Ahora que otoño ha llegado os dejo este "Muerte" Nadie que muere habla  Todos siempre callan Y un lamento cae Como la arena yace Niebla que calla Velo que rompe alma Ritmo de encargo Polvo hado letargo.  El silencio se exculpa Y la culpa perece Pensamiento de bruma El tiempo que fenece

Espíritu olímpico

Artículo publicado en el periódico digital La Opinión de Trujillo el  09 de Septiembre de 2013 “Nuestras voces se alzan,/ nuestros cielos se llenan/ de banderas, de banderas./ Verde, blanca y negra” .  8 de agosto de 2013. En esta mañana de regocijo extremeño por su día grande, muchos españoles y en especial los madrileños, se levantarán con la resaca por la eliminación hacia la carrera olímpica. La sede del 2020 se fue a Tokio. Las banderas del olimpismo patrio se recogen mientras las de los valores extremeños se izan en este día. De la frustración al desamparo solo hay un paso. La ilusión de una muchedumbre y un pueblo decapitada en primera ronda. No es hacer leña del árbol caído, pero de los errores hay que tomar nota y lo pretencioso, muchas veces, nos embarca en corriente equivocada o, al menos, la tribulación yerra. El cohecho y la prevaricación campan en los valores de un olimpismo maltrecho. El espíritu olímpico es ahora quimera sostenida en el recuerdo de un hombre como Samara

"Rey Lui trío. Raúl, Ángel y Gus"

Con la alegría de la mañana el evento se aproximaba. Fin de semana de cañeo temprano en el ardid de un plan hecho a la medida de los asistentes a tal cita.  Con la compañía de mi chica y un amigo nos dispusimos a transitar por una costumbre perdida en la cultura musical española. La matinee o los conciertos de la mañana. Como los conciertos matinales del circo Price que dieron a conocer a lo mejor del rock español de aquellos tiempos. Descubrimientos para la ansiosa juventud española de aquella época de ingenuidad y esplendor. Relincho de rabia y bocanadas de aires nuevos que jalearon nuevos tiempos para una encorsetada juventud.  Como reflejo y semejanza de tiempos pasados un tipo de optimismo y  revitalizante alma, allá por los 80 y 90,  Raúl de Gongora, volvió a montar grupo con el bueno de Ángel Burnette y el gran  contrabajista Gustavo Villamor, para cantar añejas composiciones y temas atemporales como "mi juventud".  Han pasado ya meses de sus primeras actua