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"Rey Lui trío. Raúl, Ángel y Gus"



Con la alegría de la mañana el evento se aproximaba. Fin de semana de cañeo temprano en el ardid de un plan hecho a la medida de los asistentes a tal cita. 

Con la compañía de mi chica y un amigo nos dispusimos a transitar por una costumbre perdida en la cultura musical española. La matinee o los conciertos de la mañana. Como los conciertos matinales del circo Price que dieron a conocer a lo mejor del rock español de aquellos tiempos. Descubrimientos para la ansiosa juventud española de aquella época de ingenuidad y esplendor. Relincho de rabia y bocanadas de aires nuevos que jalearon nuevos tiempos para una encorsetada juventud. 

Como reflejo y semejanza de tiempos pasados un tipo de optimismo y  revitalizante alma, allá por los 80 y 90,  Raúl de Gongora, volvió a montar grupo con el bueno de Ángel Burnette y el gran  contrabajista Gustavo Villamor, para cantar añejas composiciones y temas atemporales como "mi juventud".  Han pasado ya meses de sus primeras actuaciones. 

A pesar de los años y después de curas de humildad que el tiempo nos ha dado a todos, los conciertos con estos artistas sencillos y profesionales de la actuación es un brote verdadero de energía para sobrellevar estos tiempos asesinos y de crisis de valores e ideales. Asestando con su swing la risa del baile y acariciando con sus melodías rockeras las caderas de los presentes para contonearnos felizmente al ritmo de su desparpajo. Es un gran placer como diría la tarareada canción compartir estos conciertos acústicos y arroparse de un puñado pero grandes incondicionales. Ya sabemos que la calidad en esta sociedad no vende. Pero solo unos proscritos y malditos podemos disfrutar de la compañía de estos tipos, compartiendo música y charla. Degustando la vida con alegría, desplantando el pesimismo imperante que nos quieren vender. Al menos si perdemos que sea con la sonrisa en el gesto y la rebeldía como apostura. Indomables que somos. Gracias chicos. Felicidades Raúl. 

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