Ir al contenido principal

Bienvenidas Fiestas del Rosario

Bienvenidas Fiestas del Rosario

Artículo publicado en el periódico digital La Opinión de Trujillo el 7 de octubre de 2014
He volteado las vueltas del entorno, meditado en la fuente del pasado y su devenir en forma de presente, cohabitado con las inquietudes de determinados lugareños que intercambiaron opinión conmigo.
Y saciaron la sed de mis preguntas, contagiando la vida en forma de fiestas, las de mi querido pueblo/arrabal de Huertas de Ánimas.
Expresión de raíz y exaltación, quizás este año para muchos de paréntesis real, en el que mitigar penas y posiblemente disfrutar de la presencia de familiares, amigos, conocidos y de otros extraños compañeros de viaje. Bienvenidos pues a un nuevo confín cuando me vaya de naja, de este Madrid de estrés y corbata.

Al albur de la tertulia y al compás de la distancia y con la objetividad que marcan los años y la sutileza que la edad adulta parece que remarca el perfil de la mirada, ciertos pensamientos se embarcan en la sesera de las obsesiones. Una de ellas es ver que los sueños por hacer siguen existiendo. Motivación correcta para expeler el futuro en los visos de tu cuerpo.
Otras, quizá, la frustración que pesa sobre los que no se alcanzaron, los ya imposibles. Esos son taras y reproches vitales que pueden tener un efecto negativo en las personas que los padecen y por tanto, mitigar una evolución que pudiera ser positiva en el desarrollo vital del hombre.
Estas trabas por lógica deben ser perfectamente racionales y cabales con la capacidad per se que tiene cada uno. No podría jamás frustrarme el no poder vivir las noches de Hollywood porque jamás me interesó prepararme como actor, aunque a muchos nos hubiera podido gustar experimentar esas noches durante un tiempo.  

Por eso, en este caso hablo de los sueños realizables que toda persona tiene, pero que los hados negros del destino imposibilitan y hacen que quiebren ese espíritu de vitalismo y desarrollo. Aconsejable crearse nuevas metas que mitiguen la pérdida y hallar soluciones correctas que eviten la depresión y el desarrollo personal. Podría decirse aquí lo de que "una mancha de mora con otra se quita". Aunque muchos lo empleen para cuestiones amorosas.

Como un nuevo sueño por descubrir o ilusión por vivir,  las Fiestas del Rosario deben ser un oasis que revierta felicidad y nuevos impulsos para solucionar la afrenta de un nueva temporada en este otoño de escándalo y esperpento. Al menos, disfrutemos de los momentos compartidos en estos tradicionales días de festejos y capeas. Porque si no lo hacen,  eso perderán ya que los políticos de Estado seguirán haciendo sus triquiñuelas y la picaresca de altos vuelos no mitigará los problemas del ciudadano de a pie. Ya tendrán tiempo de enfrentarse a ellos.
Festejen sus derrotas y espoleen sus victorias. Tengan todos lunas de miel, como diría Chabela Vargas, y sorprendan las cuitas de la aventura de las relaciones sociales. Que los motivos sean sólo hallados por la risa. Disfruten, pasen y vean.

Así pues, vuelvan como yo a ilusionarse como tantos años como tantas veces, será un chute de adrenalina o de testosterona. Verán las acciones de su buena ventura y compartan alegría, que para llorar ya habrá tiempo. Cierren por unos días los portones a sus problemas, dejen que corran los malos augurios en los encierros y ojalá los volteen.

Me despido ya hasta la semana que viene. Disfruten de mi ausencia que yo procurare algún día disfrutar de las fiestas de mi querido pueblo/arrabal. Que viva la virgen del Rosario y las damas que nos representan estos días y por supuesto a las madres que las... ¡Ilusionaron!


Kerouac97@hotmail.com



Comentarios

Entradas populares de este blog

“Buen deseo sea otorgado”.

En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas.  Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla.  Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo.  Feliz Navidad. Alma y aullido.   Ja...

Vetado.

Definitivo, no puede ser más claro. Cuando sopesas el hecho y crepitas con un no el oído del receptor, la consigna de enfado y decepción se convierte al instante en un perentorio objetivo sobre tú persona. El desafío es evidente. Pero tanto consentimiento cansa cuando se es presa de un continuo egoísmo que ignora el padecer de la primera persona.  A veces la empatía no debe ser unívoca. Debe constar como una bi dirección de entendimiento. Porque el veto negativo porque si tampoco tiene razón de ser.  15/09/21

Coronavirus día 34 Sara y el virus

Coronavirus. Día 34 “Sara y el virus” Como os dije ayer, un proyecto pretendía de nuestra colaboración. Presto confirmé la prestancia de mi intento. Sobre todo por la amistad que nos une. También como solvencia del Peter Pan que llevó dentro. Y que mi hija sea protagonista de unas aventuras pergueñadas por su padre y legado de la memoria. A la vez que impulsor de ciertos valores.  *el enlace  https://youtu.be/R9Nd0ME1r0Q os lleva al cuento oral. Posiblemente os guste más. Mis próximas colaboraciones en forma de cuentos podrán verse en  https://comunicabienestar.wordpress.com El cuento dice así.  La pequeña Sara en un día lluvioso miro por la ventana. Los cristales reflejaban tristeza. Y el ambiente era oscuro.  Al día siguiente la lluvia dejó las calles. Sara volvió a asomarse a la ventana. Con la cara expresó gestos claros. Un primero de asombro y sorpresa. Otro de duda. Acudió a su padre y le preguntó: Papá, papá. ¿Por qué el día es tris...