He recuperado un texto de julio de 2012. Un verano en Portugal. Escribiendo textos y recuperando la ilusión de escribir y de leer en el movil con nombre de iPhone.
"Que llevar a una isla desierta"
En esta playa sopla algo de aire y los windsurfistas hacen las delicias de la vista. Calma y sosiego. Sotavento mitiga las calores de un suave verano en Portugal. A pesar de los recios y devastadores incendios que frecuentan la península. Al igual que Madeira o las Azores repostadas de infierno en su sed de mal. Espero en Cataluña las lenguas asesinas hayan calmado sus ansias devastadoras y hayan exterminado la angustia de los lugareños.
Pero a lo que iba, ahora que estoy sin cobertura. Sin la ayuda de la tecnología para comunicarme con mi mundo conocido, me encuentro incomunicado. De todo esto ha derivado el pensamiento en la manifiesta y tópica pregunta: qué llevar a una isla desierta?.
Aunque no sea a una isla desierta pero veo claro por mis vivencias lo que si llevaría cuando viajo. La primera, la inestimable compañía de mi dama. Mi sustento y ayuda. Mi seguidora leal. Compenetración total y gustosa mujer.
Lo segundo, un equipo tal como un mp4 mínimo en el que incluir música, algunos programas grabados de mis admirados Juan de Pablos y Manolo Fernández. Es decir, Con tres acordes; Toma uno; Flor de Pasión y por que no aliñar lo con La madeja o Carne cruda. Dos programas recientemente descubiertos y a los que me voy enganchando gracias a los podcast. Incluir también en este gran artilugio algún libro y opción de escritura como ahora. Y hablando de ocio también un parchis donde conjugar los afectos y desarrollar la trama de nuestra aventura.
Por último recordar un elemento útil y de primera necesidad como es la ropa y la comida. De ahí mi afición este año por hacernos la comida y llevarlo en esos estupendos contenedores para aprovechar cada momento.
Eso si que, no se olvide algo de dinero por si tengo que ir al dentista como esta mañana a que pegase el filamento desprendido y me imposibilitaba correctamente hablar, comer e incluso pensar.
Que difícil es llevar sólo tres cosas aunque nos sobren muchas en nuestras vidas.
¡Este artículo es como emplear una estupenda máquina del tiempo, señor Jerry Lee! Me encanta.
ResponderEliminarAh, por cierto, en una isla desierta no debería faltarnos un dispositivo con el que conectarnos a tu página y así poder leerte.