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Coronavirus día 43 de Sara y el confinamiento

Coronavirus día 43


“Sara y el confinamiento”



A pesar de las horas despiertas un nuevo cuento brotó. Les paso el enlace por si no quieren leerlo. Esta vez con nueva protagonista. 


Sara y el confinamiento. Cuento de Sara.

Era como siempre a esta hora: ¡El paseo de la perrita Donna!

Salir a la calle era el momento más festivo del día!!!!!!

Sara cogió la cadena, abrochó los enganches y juntos, con su padre, se fueron al parque. Desde la noche anterior la perrita no había hecho ni caca ni pis. Sara sonreía con la alegría de un sol de primavera!!!!  

Pasaron por la zona de juego para animalitos. A Sara le gustaba imaginarse como un animal más de la película Mascotas. Ella era la mejor amiga de la perrita Donna. Jugaban a perseguir la pelota. Las risas volaban y los pies corrían con la alegría de los niños.

¡Eran tal las ganas de jugar que no había manera de parar!.

Sabían que tenían una hora y había que aprovechar. Reían, brincaban, andaban, saltaban, giraban y gritaban

En estas, Sara tuvo un traspié, rodó por los suelos y lloró. ¡¡¡¡Se había hecho pupa en una rodilla!!! Donna corrió a su encuentro y de un lametazo,  besó la cara de la niña, tranquilizando su dolor y calmando su pena.

Llegaron a casa y en un momento de silencio, Sara se dio cuenta del valor de la amistad y de la importancia de expresarlo así que se acercó a Donna y la abrazó fuertemente. ¡Era su mejor amiga y su lametazo la había ayudado muchísimo!.

Sin duda, ¡era un gran regalo ser agradecida en esta vida!

Sara estaba aprendiendo muchas cosas en este confinamiento y se propuso continuar sacando lo mejor de todo lo que le llegara.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Espero que su aullido sea amigable y esperanzador. 

Si les gusto no duden en compartirlo 

También si desean pueden suscribirse a la página amiga que aparece en el vídeo. 

Si quieren contactar conmigo pueden hacerlo también al correo kerouac97@hotmail.com

Comentarios

  1. ¡Qué gran cuento, qué grande Sara y qué grande su papá narrador!
    Gracias, señor Jerry Lee.

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