Ir al contenido principal

"Mi particular visión. Capítulo 4. El sonido del Gran Delta".




No había nada como mojar las penas en chocolate espeso. La trama de las lagrimas dulcificarlas con azúcar para desposeer su drama. Y en esas estaba, pensando como dulcificar el impacto de bala que supuso la perdida del gran padre.

Así le llamaban, Gran Padre, dentro de la comunidad afroamericana que poblaba el lado sur del gran delta. Fue una figura emblemática en el ambiente de lucha por los derechos civiles. Había acogido de buen grado a aquel flaquito blanco noviete de una de sus nietas.

Y era él quién le había demostrado la existencia de una música más directa. Absorbido por la esencia del gran río y de los campos de algodón. Sublimando los sentimientos con la vivencia intensa de la dura existencia se empapo de la tierra fértil del blues.

Un genero que uso de la fuerza del hombre y de su instinto natural. Que se desnudo para mostrar al ser humano que se escondía tras la coraza. La música de unos héroes perdidos en la cotidianidad de un desamor, de una ingrata perdida o de un gesto desesperado. De ellos surgía la voz profunda y conmovedora. Algunos como aullidos desesperados. Otros como muestra del perfil bajo de la otra cara de la moneda. La cruz aplicada a las cuerdas de una guitarra o a los pulmones encharcados de vida de la fuerza de una armónica. Una música directa que penetraba como la humedad del Delta y de un trasfondo tan crudo como la vida misma y con un ritmo tan entusiasta que desafiaba las penas del espíritu para romper las reglas establecidas en himnos de dolor y vida.

Precursores de un magnifico idilio entre dos razas. Némesis del rock and roll fruto de un parto doloroso de la unión del country y el ryth and blues. La esencia de un espíritu forjador de leyendas e inspirador de vidas.

Así le recordaba él también como el Gran Padre. Se prometio dar a conocer a todos los blusmen que le había enseñado. Muchos de ellos incluso conoció. Otros en cambio fueron simples pero significativas referencias.

Como referencias sublimes pudo nombrar de carrerilla una serie de ellos:

Johnny Ace quizás uno de los precursores de la futura unión y cuya consecuencia fué el nacimiento del ritmo más enloquecedor que se había conocido hasta la fecha.
También rondaban los nombres de mujeres que él no había escuchado cantar pero que si fueron la simiente del gran blues: Ma Rayney, Bessie Smith que influyeron en la gran Billie Holliday.
Leadbelly entre los pioneros masculinos.
El Gran Padre le habló también de un sonido de blues que comenzaba a realizarse en Chicago. Allí emigraban todos los medianamente talentosos para ganarse la vida con ese sonido que salía directamente de sus entrañas. Uniéndose en grupos y reforzando la guitarra con otros instrumentos como el saxo o la bateria e incluso con armónicas y bajos. Pero hacían un blues hecho por y para negros.
Destacaban Little Walter con My babe
Sonny Boy con Good Morning little scholl girl
Muddy Waters con Icant´t be satisfied
La profundidad de la voz de Howlin´Wolf con temas como Killing floor.
Jimmi Reed (tocaba alternativamente armónica y guitarra) y su Big Boss Man
Elmore James con The sky is crying.
John Lee Hooker Boom, Boom. Tema que siempre él le susurraba a su chica ironizando amorosamente, boom bomm boom, envidia de mujer, sólo eres para mi.....A lo que él Gran Padre siempre reía indicándole que siguiera practicando que, aún le quedaba un largo camino que recorrer para ser un blues man. Pero, al menos, el sentimiento de inspiración ya lo tenía.

Estos y muchos otros que, bajo el influjo de la luna tristeza no pudo recordar en aquellos momentos amargos. Pero sí le reconfortó cuando se abrazó a su chica y un hombre comenzó a cantar una hermosa canción con una reparadora vitalidad atronadora que, avisaba a los cielos de que, el Gran Padre ya estaba allí...
"Que rogasen las gargantas porque él velaría por las almas de los suyos. Oh siiiii, baby. Ohhhhhh siiiii. El ya estaaaaaa allliiiii. Aourghhhhhhhh oooooouuuhhhh yeahhh".



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“Buen deseo sea otorgado”.

En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas.  Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla.  Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo.  Feliz Navidad. Alma y aullido.   Ja...

¿Y a ti, qué te han “echao” los Reyes?

Artículo publicado el diario digital La Opinión de Trujillo el 14/01/2013 Afrenta de fiebre, discurso de sábana y sudor. Así he estado hoy, con la cuita de la dama y la gripe ahogándose en los efluvios de los minutos transcurridos. Es el frío que llegó y aventó mis huesos. Es el pronombre enfermo de la humedad en las casas vacías. Son los Reyes Magos de mi pueblo que me regalaron la gripe a pesar de braseros y estufas, de calefacciones eléctricas que no calientan nada más que las facturas de los que pagan. Y así, la paja de mi cuerpo se heló en el frío interno que, por fin, me postró en cama un domingo de enero. En esta situación reviví una situación de días pasados. Un viejo amigo me encontré en la tertulia de un café. Javi Jerry Lee, al que conocí allá por el año 87 u 88 y desde entonces acompaña los pasos de mi vida, con mayor o menor intensidad. Pues bien, después del intercambio de saludos y de puesta al día de lo que ya conocimos, se aprestó a criticar plausiblemente cierta...

"Que nos pongan a Loquillo!!" Parte Primera.

!!Qué nos pongan a Loquillo !!", era nuestro grito de guerra. Nuestro lema en tiempos de adolescencia de rebeldes por descubrir. Cada vez que estábamos en un garito y la esencia de la noche se había transmitido a nuestra labia y, para que no decayese el pulso del rock and roll gritábamos la consigna. Era un aliento de vida y esperanza. Una noche eterna de felicidad compartida. Todos juntos al sonido del viejo cadillac solitario. Un himno del que todos nos creímos héroes. Arropados en un abrazo al desamor o a cualquier desventura de jóvenes airados. Canciones que compartíamos vivíamos y aprendimos a crecer con ellas. El otro día sueño de agosto se hizo realidad. El marco como diría el tópico ideal, el castillo de Trujillo. Pero el marco espacio temporal fue más real todavía horas antes. Como cualquier tipo que vive su canción las tareas de la cotidianidad no hay que olvidarlas. Sábado mañanero de bombona y carrito. De compras y aseveración mundana de recados varios. Term...