Artículo publicado en el periódico digital La Opinión de Trujillo el 29 de Mayo de 2013

Cambiaron los nombres comprendidos. Los soldados de la desolación robaron los deseos de la gente corriente, qunque el agua no era potable en los designios de su alma. Derrotados cayeron por la crueldad. Esputo en la cara y la palmada como afirma la frase de un estulto. Voz de victoria que no resopla en el cogote de los mortales, porque su mito no es el fin de los timados.
Cambiaron los nombres comprendidos. Los soldados de la desolación robaron los deseos de la gente corriente. Aunque el agua no era potable en los designios de su alma. Derrotados cayeron por la crueldad. Esputo en la cara y la palmada como afirma la frase de un estulto. Voz de victoria que no resopla en el cogote de los mortales. Porque su mito no es el fin de los timados. El sistema fagocita y nadie huye. La desolación del rebelde es Páramo en campo de reyerta. Los gritos agónicos caen como granadas en los oídos de los que luchan. La expresión crece y su libertad cercenada. Quieren sea rebaño en voz corporal de ciudadano gris. Personalidad reseca que neutralizas la rebelión de los condenados. Ciclón descompasado de neuronas perdidas.Los tesoros son repartidos en los principios ansiosos de los que reparten y se llevan la mejor parte. De una injusticia total en la crisálida diaria del que vive en la pereza descarnada que nos inoculan. Que su información es dirigida por la jerarquía de los censores camuflados. Los filtros son tan suyos que no todo es evidente. Los contextos son textos subjetivos que se hacen objetivos a través de noticias creadas a imagen y por mor de quien manda. Disfraz de mediodía, antifaz de medianoche.
"El problema son los que engañan la noticia, vistiéndola con la voz del que más tiene, coartando la posibilidad de la rebelión y mitigando las ganas de un acorde silencioso".La neutralidad no es blancura sino mancha de valor. El periodismo debe ser imparcial con la realidad, fiel a los hechos y tomar partido de la verdad. El problema son los que engañan la noticia, vistiéndola con la voz del que más tiene; coartando la posibilidad de la rebelión y mitigando las ganas de un acorde silencioso. Las conciencias se van limpiando en el autoengaño del que informa. El engaño se hace verdad en la visión del oyente. En la realidad corriente de los que luchan a diario por la supervivencia de una condena que nos han hecho creer como justa. De la que pocos luchadores salen. La buena fe es el timo del inocente y todos creen que la vida es como nos la pintan los que la dirigen. Apliquemos nuestro colador e impidamos, aunque sea una misión imposible, que nos la sigan colando como hasta ahora. Que las esquirlas de la desolación no rajen nuestra alma de lectores diarios de una bruma espesa en nuestros ojos.
Al menos analicemos el rigor del independiente. Que los vuelos del destino sean el aura de una conciencia y el engaño sea mitigado por el sentido común tomando con la inquebrantable razón de un buen padre de familia o por Salomón en su juicio; que el destino de la noticia sea el equilibrio de la balanza; que la opresión de la desinformación no sea cambiada por la sesgada visión del interés de un sistema que granjea su prosperidad en la vida parásita de la oligarquía de los burócratas que tratan de cegarnos. Dejemos que sea la noticia libre. Impidamos su docilidad y adoctrinamiento. Dejemos la crecer y seamos críticos constantes de una manera constructiva y real. No engañen la conciencia a través del espejo, que el espejismo no sea el laberinto del que jamás sabremos salir. Clarifiquen los actos de la reputación de sus reportajes, de sus artículos, de las noticias reveladas en los minutos y en las horas que vivimos. Que la certeza cotidiana sea reflejo de la expresión de una opinión carnal sazonada de una crítica constructiva.
Así es como deben rebelarse a través de la rebelión de los infundios dirigidos. Tengan cuidado con lo que leen. Sean fríos en sus cálculos y no dejen que les desorienten. Sean cautos y desconfíen de la verdad que quieren hacer oficial sin más. Asegurense de los visos cotidianos. Me despido ya con una noticia, disfruten de mi ausencia hasta la semana que viene. Espero esta noticia sea fidedigna y cierta.
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