El tiempo pesa como una losa sobre los nervios del día. Sorprende a pesar de ello la velocidad de sus secuencias. En este estrés de rutina y labor. Debida hora la que nos quita la presencia del trabajo diario. Acopio de minutos. Ansiedad de momentos perdidos. Despojados de la calma necesaria para sucumbir en la conciencia de un texto y plasmarlo en un blog. Esa necesidad de escribir y de saber que el lector espera es un consuelo para seguir en la brecha. Por eso realizo este llamamiento desde estas líneas. Aseguren sus afirmaciones y reafirmen sus cuestiones. Necesito la lectura de sus críticas. Estoy preparando un nuevo poemario y quisiera saber amables lectores si puedo contar con ustedes para ser críticos. Escríbanme a mi correo kerouac97@hotmail.com y les contare. Un abrazo para ellos y besos para ellas.
En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas. Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla. Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo. Feliz Navidad. Alma y aullido. Ja...
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