Necesito retomar el camino como un kerouac al uso y huir de las acometidas de la gran ciudad con el pronunciamiento de sus problemas y con el desconsuelo a destajo para cerrar cualquier salida. La querencia de la tierra llama a pesar de los rayos infernales y la voz insaciable de mi cuerpo clama por su encuentro. Mañana partiremos. Rumbo a poniente, último de los lugares donde vivificar las almas. Las nuestras, antes de volver a ser esclavos. Antes de que nuestro tiempo ya no nos pertenezca. Antes ya de que todo sea un sueño y seamos serviles números del capitalismo dirigido.
Coronavirus día 24 De la tristeza a la alegría solo hay un paso. En este vaivén circular solo hay que tener paciencia. El animo es inquieto y las noticias positivas siempre son consideradas. Descenso de muertes, ingresos en UCi y aumento de altas hospitalarias. Continuamos la lucha. He recibido correo electrónico de una señora. Algo contrariado no dejo de sorprenderme. Querido JaviJerryLee o como quieras hacerte llamar. Sigo con atención tu página y, quisiera darte a conocer otro enfoque. Me llamo Esperanza y hace un par de días cumplí años, 94 para ser más precisa. Como bien puedes saber, he pasado por diversos acontecimientos en España. He vivido el hambre y la caridad. Pude cursar estudios, gracias a mis padres. Tenían un comercio que alimentaba al pueblo cuando no gozábamos del desarrollo de hoy día. Lo más grave, espero no se repita consecuencia de una guerra. Magisterio terminé y tuve la suerte de ejercer. A pesar de que no éramos muy bien remunerados
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