Ir al contenido principal

"The Crazy Ninties"

"The Crazy Ninties"

No soy fumador. Reconozco que se está mejor en los bares sin el rastro del olor del delito. Pero anoche, eché de menos el humo del antro. La mezcla con el escenario y el ambiente. Con la luz y las sombras. Con el grupo y el público. Juego de acción y síntoma de drama. La música lo precisaba para sostener las notas que The Crazy Ninties solventaban en favor de la oscuridad y la alevosía. 

Con el efecto doloso de manejar una serie de canciones en su mayoría de la década de los noventa, fueron culpables de variar y domar canciones imposibles. Temas de Nirvana, Metallica y ACDC que no son grupos de mi agrado, los pasaron por el tamiz de una estructura más folky, rockera y jazzy. Haciendo mucho más digeribles tamaños estofados empachosos. Sorprendido me vi con una versión que mezclaba el himno de Loquillo "Feo, fuerte y formal", con una canción que significa mucho para mi, ya que con ella inicie mi primer baile nupcial: "Stand by me". La mezcla fue sorprendente, original y atrevida. No diré mejor que las originales. Pero si, me lleva a pensar, lo que siempre digo, el talento no esta en la television ni en programas de programación de estrellas sin lustre ni creatividad.  La calle y el rock siempre han estado vinculados desde el inicio de los tiempos y, su idilio es el que da forma a un estilo de vida. 

Sin duda, Beni con su guitarra española electrificada ejerce de mentor en la temática que ejecutan. A pesar, del carisma de Chino, la voz que arropa el repertorio del grupo. Confirmada la técnica y los años de estudio del guitarrista, se ve claramente como llevando a su terreno la canción ejecuta los solos, vistiendo de electricidad y técnica las notas. En un ejercicio de humildad y generosidad, el Chino se aparta orgulloso, para que su compañero se luzca.  Ya que él, como vocalista tiene más momentos para lucirse y seguir con el ritual. 

En cuanto, a Alfonso y Rodrigo, bajo y batería, compañeros de fatigas, con buena intención quedan en un segundo plano para dar protagonismo a sus compinches. Cuestiones de guión y buenos compañeros, todo en pos del buen fin del grupo. 

Y así, entre las notas disueltas y los solos guitarreros pasamos la noche, terminando con una sorprendente versión de un dueto de bellas féminas, Ella baila sola y su tema "amores de barra".  Antagónicos físicos la de nuestros protagonistas, comparados con las damas, realizando una anodina versión, que resultó convincente,  por las características del concierto. Aunque quizás, con el humo que había en los garitos,  allá en la década de los noventa, le hubiera venido mejor al ambiente y al traje de la noche y sus canciones ese humo ya extinto y disperso. 

JaviJerryLee®octubre2013

Comentarios

Entradas populares de este blog

“Buen deseo sea otorgado”.

En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas.  Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla.  Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo.  Feliz Navidad. Alma y aullido.   Ja...

¿Y a ti, qué te han “echao” los Reyes?

Artículo publicado el diario digital La Opinión de Trujillo el 14/01/2013 Afrenta de fiebre, discurso de sábana y sudor. Así he estado hoy, con la cuita de la dama y la gripe ahogándose en los efluvios de los minutos transcurridos. Es el frío que llegó y aventó mis huesos. Es el pronombre enfermo de la humedad en las casas vacías. Son los Reyes Magos de mi pueblo que me regalaron la gripe a pesar de braseros y estufas, de calefacciones eléctricas que no calientan nada más que las facturas de los que pagan. Y así, la paja de mi cuerpo se heló en el frío interno que, por fin, me postró en cama un domingo de enero. En esta situación reviví una situación de días pasados. Un viejo amigo me encontré en la tertulia de un café. Javi Jerry Lee, al que conocí allá por el año 87 u 88 y desde entonces acompaña los pasos de mi vida, con mayor o menor intensidad. Pues bien, después del intercambio de saludos y de puesta al día de lo que ya conocimos, se aprestó a criticar plausiblemente cierta...

"Que nos pongan a Loquillo!!" Parte Primera.

!!Qué nos pongan a Loquillo !!", era nuestro grito de guerra. Nuestro lema en tiempos de adolescencia de rebeldes por descubrir. Cada vez que estábamos en un garito y la esencia de la noche se había transmitido a nuestra labia y, para que no decayese el pulso del rock and roll gritábamos la consigna. Era un aliento de vida y esperanza. Una noche eterna de felicidad compartida. Todos juntos al sonido del viejo cadillac solitario. Un himno del que todos nos creímos héroes. Arropados en un abrazo al desamor o a cualquier desventura de jóvenes airados. Canciones que compartíamos vivíamos y aprendimos a crecer con ellas. El otro día sueño de agosto se hizo realidad. El marco como diría el tópico ideal, el castillo de Trujillo. Pero el marco espacio temporal fue más real todavía horas antes. Como cualquier tipo que vive su canción las tareas de la cotidianidad no hay que olvidarlas. Sábado mañanero de bombona y carrito. De compras y aseveración mundana de recados varios. Term...