Artículo publicado en el periódico digital La Opinión de Trujillo el 24 de abril de 2014.

Su compromiso festivo con el baile, los sueños tan vitales que cubrían cuerpo y mente de las parejas de la noche, bajo la supervisión de la señora luna de cuarto creciente. En ese baile el amor crecía a ritmo de rock, cuidando la estabilidad de los pasos y el futuro en la pista de danza y su concurso.
Otros, como en noches de verbena y autos locos, coches de choque y el 'pin pan pun' del amor, la promesa del engatusamiento y la aventura de la tómbola en pos de la diversión y la fiesta. Algarabía en la voz de los protagonistas, saltos por doquier y besos robados al amanecer, para llegar a la costa de la experiencia y a la amanecida de cualquier entonación pérdida o vivida.
También están los que sobreviven acompañados del autismo en su temor. Prefieren las latas en conserva y los bromuros de la técnica, por video conferencia o los apaños visuales de un porno tube o de un chat enfundado de mentiras y silogismos virtuales de usar y tirar.
Estas son tres opciones como otras posibilidades, cada uno que se enfunde la que mejor le quede. Con el respeto a los demás, por supuesto.
Como con el sexo y el amor, con los libros pasa igual
Como con el sexo y el amor, con los libros pasa igual. Ayer tuve la ocasión de ir a una librería de las de toda la vida. Sabor inconfundible de la verdadera afición, por el Parque de las Avenidas de Madrid, barrio clásico y agradable para vivir en la textura del foro. Brisa fresca de letras y recuerdos.
Perdonen mi romanticismo, pero las sensaciones, que se viven dentro de la librería o de una biblioteca, no son comparables con la situación aséptica y rutinaria de una tienda, con sus aparatos tecnológicos uniformados y sin personalidad. Sin olor y sin tacto. Perdiendo el sabor tradicional y protagonista del contacto entre el libro y el lector. Entre la rugosidad del papel y el hecho de amor de los dedos a su contacto. Aplicando el oído y la voz de la tertulia, del gusto por ver y de la curiosidad por saber me embarque de la aventura y el placer.
Así pues, como con el sexo y el amor, hay libros para olvidar, de una noche, de un simple vistazo, de pasiones de derroche, de referencia y encoñamiento, de obnubilación y éxtasis. Y los libros con los que te casas para toda la vida, enamorado siempre. El deleite del momento me llevó a elegir tres libros. Un ensayo sobre el movimiento y la cultura mod en España; otro autobiográfico de un cantante y sus correrías con los diversos grupos que había creado; por último, una antología poética de un vate maldito, comprendida en los años pertrechados del nuevo siglo. Rememorando mis iniciales lecturas en años universitarios del amigo Panero. Como un poema que escribí a su muerte. Un extracto de él, dice así:
"Ha muerto Panero entre versos
de locura y esquizofrenia,
cascadas de libertad asoladas
por el ímpetu maldito
del alma del novísimo
Deambulando a lomos de Bukoski
en las calles de su hogar
y el sanatorio mental
la causa de su salvación....
Entre rimas solitarias
con la expresión de Keith Richard
en las arrugas de tu rostro
mientras pares un poema
la muerte se entrelaza a tu locura..."
Como en el amor y en el sexo, con la literatura es similar, lo importante es la lectura, ya sea en el móvil, en las tabletas, en los periódicos etc. En fin, en cada uno de los diferentes formatos que existen. Participen de ellos, serán más felices o al menos tenderán a ello. Les dejo pues hasta la semana que viene, disfruten de mi ausencia. Y si puede ser practicando sexo, amor o lectura, mejor que mejor. O de todo ello, sería sublime.
Kerouac97@hotmail.com
Sin duda, lo comparto: con la lectura se es más feliz... y leyéndote a ti ¡un poco más incluso! :-)
ResponderEliminar