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"Espejismo laboral"

Artículo publicado en el periódico La Opinión de Trujillo el 13 de mayo de 2014

Sobre extrañas rectas en espiral quieren que cuaje la idea del espejismo laboral, en la sombra etérea del buen tiempo. Que la línea que diluye el fondo del asunto, lo convierte en una suerte de trato ilusorio, es de un fino tacto.
Como en la época más descarnada de Bruce Springsteen, en su disco "Born in the Usa", en el que el mismísimo Reagan ensalzaba al músico sin adivinar la irónica y cruel realidad que el cantante mostraba en sus letras. Tal como hoy, el ambiente laboral es rancio y moribundo, con la fatal alusión a la estulticia de los que no manejan las estadísticas maleables como silicona en mano.
El mundo se rige como estantigua en ristre de soledades. Válgame la comparación, para que nuestros estadistas se vanaglorien de la disminución de parados y saquen pecho al enunciar al sector de la Hosteleria como motor de cambio. Porque sí es esta la solución de nuestros males, apañados vamos. Aplicáremos los vahos en redor de sus cabezas para ver si les inspiran nuevos argumentos que hagan tangible la evolución positiva.
A efectos prácticos, podemos fijar el ejemplo en nuestra pasada Feria del Queso, en la que se experimentó una bonanza numérica en turistas y visitantes. Ante este incremento, las perspectivas de crecimiento de muchos empresarios para este mes de mayo aumentaron porcentualmente. Pero, el problema viene ahí, sólo la temporalidad del acontecimiento sumó en determinados días para el cómputo contable de las empresas y resto por tanto, para el Servicio Español Publico de Empleo, el número de parados al contabilizar los contratos realizados, sólo para esos días. Como la Seguridad Social pudo aumentar el número de afiliados, debido a la solicitud de nuevas afiliaciones para las personas que trabajaron por primera vez esos días, que seguro habrá. Así pues, para los estadísticos, el maquillaje esta servido y el baile de números hará del argumento la película de ficción que quieran vendernos.
El próximo trimestre se producirá en Hosteleria un incremento considerable de contratos temporales, la quimera del trabajo bien hecho.
Extrapolando los datos, ya a nivel nacional, el próximo trimestre se producirá en Hosteleria un incremento considerable de contratos temporales, en su mayoría parciales por obra o servicio, les servirán para vestir al penitente bajo la quimera del trabajo bien hecho. Esta manera de entender la temporalidad es algo de lo que han sacado provecho para su propio beneficio, cualquiera de los partidos que hayan estado en el poder en su correspondiente legislatura. No se engañen, las matemáticas no mienten: no es lo mismo un contrato de treinta días que treinta contratos de un día. Las estadísticas, en cambio si mienten, como pueden ver al aplicar el ejemplo. Ya que computan treinta y un nuevos empleados. Que fatal destino el de esta falaz sentencia. 
Abran los ojos, porque quien más y quien menos, tendrá en estos meses alguna boda, algún bautizo, alguna comunión o cualquier magno evento en el que contraten personal sólo para ese acontecimiento. El resto de los días permanecerán no laborables. Aunque he de decir, muchos parados no tendrán intención de trabajar, otros trabajarán y posiblemente la empresa que los contrate no les dará de alta. O bien, el empresario querrá pagar por debajo de convenio. O si no, estarán las empresas, que bajo el epígrafe de servicios de externalización, querrán pagar a sus trabajadores una miseria mientras, que a las empresas usuarias a las que sirven, les importará un bledo la calidad del servicio para regocijo de su falta de ética. 
Habrá  Empresas que exigirán condiciones leoninas, tanto a clientes como a contratas, sin que la mueca de la vergüenza arrostre su rostro y la expresión sea exigencia porque ellos lo valen. Bajo estas premisas que tanto evento salga lo menos mal parado posible, es lo único deseable para todo interesado y sufridor.  Y si es así, carguen su ira contra estos desalmados que ríen del prójimo y muchas veces ni pagan sus deudas a proveedores, al Estado que somos todos en su doble vertiente Hacienda o Seguridad Social y a otros muchos. Sin importar las bajas en el camino y en el futuro del tejido económico consecuencia de su altanería o trato chulesco y caciquil que aún se prodiga en territorio patrio. 
Les dejo pues hasta la semana que viene, disfruten de mi ausencia. Que yo disfrutare de magnos eventos, con la partitura del cantante ahuyentando los males, sin que nadie me pague. 

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