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"Dígame doctor"

Artículo publicado en el periódico digital La Opinión de Trujillo el 10 de julio de 2014
"Dígame Doctor"

Con las horas acontecidas de la noche en compañía de lamento. Perpetro la deuda de su sique en lisonja pedigüeña. Deseo impreso en corazón de naturaleza carnal. Impresión certera de la tradición en boca de infante. Nacido por ver en la orilla de su vientre. Pecho tierno que cavila frío de noviembre. Su abrazo destetado de aire con la sola presencia de la pareja en interrogante. 

Menos mal los análisis llegaron. Tranquilizaron su espera porque su resultado fue positivo. Algo habían avanzado dentro del proceloso ambiente que despejaba sus dudas. A pesar de la distancia realizada. Con la mirada objetiva cerciorada ya que las cuentas aparecían en los análisis satisfechos. Ahora que sabían que el camino debía consensuar se en el atisbo perguenado en el análisis satisfecho. Era todo una cuestión de fechas de iniciación la única variación de un pinchazo de heparina. Ya la única afrenta que vencer. 

Pero el médico no pudo reprimir su nervio. En atisbo de carraspera, hizo del despacho silencio. La pareja de súbito se miró. No les gustaba el regusto de la sala en suspensión de aire. Miraron al doctor. El asintió. Aún hay más dijo. Ellos se miraron con la incredulidad de la derrota. 

Pasaron unos segundos de tensión. Manos inertes se revolvían en los estómagos presentes, hasta que por fin dijo:
- Siento tener que decirles que, la próxima semana el día 30, el hospital cerrara definitivamente. El único consuelo que señalar, íbamos por el camino correcto. Ahora, ustedes verán. 


Comentarios

  1. Uf, ¡dura historia!... Confiemos en que el diagnóstico final no se vuelva habitual.

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