Os dejo un poema propio de un tiempo inflamable.
"Arde la calle"
Los labios resecos de la austeridad
Son imprudencia medrosa en las manos
Del aprecio de la caricia caridad
Las historias son inflamables
En los huecos rancios de la ciudad
De esperanza enaguas amables
Gestos de ilusión contenida en edad
Como aceite en conserva la sociedad
Mastica la conciencia insaciable
De traje nuevo que gasta la realidad
Con el gesto apresurado cambiable
Valgan los euros derrotados
La condena de la voz amordazada
Valgan los suspiros abnegados
La esperanza pronto regenerada.
JaviJerryLee@2015. 1 de julio.
¿Quién nos iba a decir que el calor de estos días inspiraría un poema tan hermoso? ¡Enhorabuena!
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