Mi pequeño homenaje.
"A Eva"
Impregnaste tu valor en la mirada de los otros. Enseñaste la mudanza y los remilgos de un tiempo fueron agua disuelta en la verdad amarga del día a día. Su fluido constante era devenir cotidiano en la transformación de los que te rodeaban. Así la piel era curtida y los ojos revenidos sonrisa de viento y valor de agallas, de infortunio sobrevenido sobre hombros altaneros. Pero la batalla era ansia de vida y la derrota sería cara. Por eso, el escenario de tu discurso varió pero no la prestancia del carácter. El círculo de tu altruismo se vio reducido pero la recompensa del cariño era creciente. De palabras amables convertidas en ilusiones de futuro. Complacida mirada del agradecimiento constante tuviste la suerte de verte rodeada del cariño de muchas personas. Los tuyos se aferraban a ti y de tus ideas los atrajiste en un arrebato de manos, de abrazos y de muchos " te quieros". Pensaste muchas veces que la naturaleza era vil, cruel y porque no fatalmente injusta. Vamos, una puta mierda. Pero no quisiste levantar sospechas y quisiste la placidez y el despiste para los tuyos, para que no sufrieran, corazón generoso demostrabas. Por eso te construiste tu castillo de princesa encantada y en silencio reposabas el futuro de cartas marcadas pero tu horizonte era el mismo, Miami quizás otra vez.
Ahora dejas la habitación vacía pero nos llenas de recuerdos positivos como tu. Seguramente te has marchado reconfortada porque te pudiste despedir de tus padres. De tus hermanas y algunos familiares. En calma apagaste la luz y ahora te encuentras tomando el sol en cualquier playa. Cuídate y mándanos tu luz. Por siempre Eva. Besos.
Javier Fresneda 6 de agosto 2015
Desearía poder expresar con tu habilidad en las palabras el sentimiento de dolor que me ha producido enterarme del adiós de Eva y, de algún modo, consolar a quienes la quisisteis. Valga, espero, la sinceridad de lo que digo. Un abrazo fuerte, amigo.
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