Ir al contenido principal

Apariencias. El que no llora ...

Recupero artículo del 4 de febrero de 2015 en el periódico digital La Opinión de Trujillo. 


Apariencias. El que no llora...

En este mundo de apariencias sin sentido. Estúpidas afirmaciones de lo que no somos. Gustosos en hacer ver y que envidien lo que aparentamos.

Más en los tiempos  que vivimos, en los que la información es rápida y voraz, de vanidades y hogueras en la red. Donde la elocuencia de lo sencillo es un mundo por descubrir, una aguja en un pajar. Un falsario de lo falso de lo real. Un imposible.

Yo que creí que los tiempos habían cambiado, desde que comenzó a revolucionar Bob Dylan con sus canciones y letras, electrizando el folck en los garitos bohemios de New York; cuando los Beatles desembarcaron en Estados Unidos, o cuando el rock and roll unió a blancos y negros, derribando cuestiones sociales; o la movida y su algarabía, acercando la cultura a la vida,  etcétera. Nunca pensé que íbamos a peor. O quizás, es que estoy avejentado mis sensaciones y  mis relaciones son cada vez más conservadoras en su forma.

En esencia si hace dos décadas todo pintaba mal, el cuadro sigue del mismo color pasado el tiempo. Lo malo es, que no haya perdido el brillo y su tono no amarillea por la edad, sino porque sigue untado el mal color en los perfiles del lienzo.

Y las vibraciones de un chaval de veinte años no son las mismas que las de un tipo que le dobla en edad. No quiero porfiar pero me atrevo a apostar que al menos ciertos valores si se sostenían a carta cabal. Cosa que no creo ocurra ahora.

Pero a lo que voy, la  importancia de la risa y la ironía positiva en estas circunstancias. Y es que el que no ríe, llora. El lloro es mal consejero, a pesar de que el "que no llora no folla ni nada, Joanna, en la cama, monada". 

A pesar de la ironía que encierra la frase, posiblemente carente de significado para muchos, pero fue un viejo lema que tanto mis amigos como yo utilizamos en nuestras primeras batallas sociales de nuestra adolescencia.

A través del juego del vocablo y sus connotaciones, servía como estimulo ante decadentes estados de ánimos o conjurando algún despecho de alguna damisela bella. Impacto y credo de nuestro sentir, arropando en el descrédito del discurso la mofa de nuestro actos y como consecuencia la victoria de nuestro estado.

Una crítica que agudice el sentido de la risa es una posibilidad consustancial al hombre.

Llevado el ejemplo al hoy, no hay nada como saber reírse de uno mismo para poder ironizar sobre los demás. Pienso que una crítica que agudice el sentido de la risa es una posibilidad consustancial al hombre.

Una apertura de mentes al campo de la democracia, la cultura o cualquier otro espectro, pero no siempre su compromiso es satisfactorio cuando con la religión topamos. De ahí el sinsentido irracional del extremismo islamista.

Arropados por la presunción de Alá y su carisma, unos enviados mesiánicosdieron el presunto mensaje en forma de balas a unos periodistas franceses. Habiendo voces que claman contra esa clase de periodismo y no el hecho de la violencia en forma de muerte.

La crucifixión de la libertad de pensamiento en favor del falso Dios. Porque lo que es más grave y contradictorio, para partirse la caja como dirían algunos, es que procedemos de un mismo Dios. Judíos, cristianos y árabes somos una misma raíz, empeñados en desvincularnos por cabezonada éticadel mandato divino y siendo el particular fin de todos el amor, algo que nos empeñamos en destruir.  

Es más, la vinculación del chascarrillo con la cultura española es grande, parte de su acerbo y de su “grasia". Empeñados en ridiculizar al prójimo, acertar con la praxis de la crítica socarrona y sobre todo encajar con la solvencia del chiste

Pelillos a la mar ante un despropósito de humor, que sólo tiene la misión de curar la barbarie del rictus del presente. Así pues desconecten y valga la expresión ¡Descojónese de usted mismo y por tanto, del resto del mundo! Es la única forma de avanzar, e incluso beneficia la salud, como las escuchas de 'Carne Cruda' en pos de la crítica actual.

Expresando nuestra alegría ante tanto dislate, ¿cómo no vamos a meternos con el clero, el político, el parado, el economista, el futbolista, etcétera? Así pues, no se tomen tan a pecho las opiniones ácidas que acudan a hacer de un día sangriento algo más amable. Y no se equivoquen con la interpretación de su ojo por ojo, diente por diente. Eso sí que es un desproporción y su Dios, créanme, no lo aprobará.

Es más, he vivido y sentido que pacientes terminales y crónicos se agarran a la vida con sentido del humor. Eso les hace más fuertes, gran ejemplo para la sociedad. Lo reprochable, la desarticulación sanitaria en cuestiones de dependencia. Eso no admite juego de palabras con guasa intercalada. No admite la afirmación política de la concesión cuando el enfermo murió ayer.

Pero ya saben ustedes, el que “no llora no folla, Joanna ni nada en la cama, monada”. Les dejo hasta nuestro próximo encuentro, disfruten de mi ausencia,con la risa como fe.

Kerouac97@hotmail.com



Comentarios

  1. ¿Es posible que se me escapara este texto en su edición original? Así parece, estimado Jerry Lee, por lo que es una grata sorpresa poder disfrutarlo en su reedición. Sensato y directo, como siempre. ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Coronavirus día 24 Esperanza la de la residencia

Coronavirus día 24 De la tristeza a la alegría solo hay un paso. En este vaivén circular solo hay que tener paciencia. El animo es inquieto y las noticias positivas siempre son consideradas. Descenso de muertes, ingresos en UCi y aumento de altas hospitalarias. Continuamos la lucha.    He recibido correo electrónico de una señora. Algo contrariado no dejo de sorprenderme.  Querido JaviJerryLee o como quieras hacerte llamar. Sigo con atención tu página y, quisiera darte a conocer otro enfoque.  Me llamo Esperanza y hace un par de días cumplí años, 94 para ser más precisa. Como bien puedes saber, he pasado por diversos acontecimientos en España. He vivido el hambre y la caridad. Pude cursar estudios, gracias a mis padres. Tenían un comercio que alimentaba al pueblo cuando no gozábamos del desarrollo de hoy día. Lo más grave, espero no se repita consecuencia de una guerra. Magisterio terminé y tuve la suerte de ejercer. A pesar de que no éramos muy bien remunerados

Coronavirus día 63 de la decisión

Coronavirus día 63 De la decisión  Ora ya la mañana en el despertar de un mayo anodino. Ora ya la hora del pulso encendido. Ora ya la decisión. Sin apercibir el pensamiento, en su silencio ora la necesaria firmeza para elegir a cada instante. Como todos.  Se dispuso a fregar con instinto asesino, un hombre de calmoso pulso. La decisión que debía tomar era la causante de sus nervios. Algo le decía que no era fácil y cualquier opinión al respecto iba a fracasar. Nada le haría convencer. Estaba condenado. Su deriva traería consecuencias.  Los niños jugaban en el jardín, bajo la atenta mirada del anciano. Para él, después de su crisis emocional, sus nietos le habían dado vida. Cuando eran mas pequeños, todos los días los llevaba y recogía del colegio. Se quedaba contando historias y jugando, mientras sus padres salían a divertirse o crecían en sus respectivas carreras profesionales. No debía olvidar que comenzaron en un pequeño apartamento. Cuando el abuelo se

Coronavirus día 34 Sara y el virus

Coronavirus. Día 34 “Sara y el virus” Como os dije ayer, un proyecto pretendía de nuestra colaboración. Presto confirmé la prestancia de mi intento. Sobre todo por la amistad que nos une. También como solvencia del Peter Pan que llevó dentro. Y que mi hija sea protagonista de unas aventuras pergueñadas por su padre y legado de la memoria. A la vez que impulsor de ciertos valores.  *el enlace  https://youtu.be/R9Nd0ME1r0Q os lleva al cuento oral. Posiblemente os guste más. Mis próximas colaboraciones en forma de cuentos podrán verse en  https://comunicabienestar.wordpress.com El cuento dice así.  La pequeña Sara en un día lluvioso miro por la ventana. Los cristales reflejaban tristeza. Y el ambiente era oscuro.  Al día siguiente la lluvia dejó las calles. Sara volvió a asomarse a la ventana. Con la cara expresó gestos claros. Un primero de asombro y sorpresa. Otro de duda. Acudió a su padre y le preguntó: Papá, papá. ¿Por qué el día es triste y oscuro si la lluvia