Ya las contiendas de fuegos artificiales y de tronios de reinas repartidas por el tablero del ajedrez español, son apagados con los vuelos otoñales del estornino y de la realidad convenida. Ya luce el epitafio del veraneo desterrado en el solaz recuerdo.
Ya las luces del alba son sinónimo de traqueteo en el metro. Ya son sombras del ayer rezumado de moreno como humedad que no sacia la realidad. Pronto el blanco será el blanco de nuestra espera en las cuitas de la cotidianidad.
Ya se van llenando los parques de nuevas preocupaciones y de personas irritantes que no templan ni mimetizan con el instante del placebo. Su culpa genera el estrés de la urbe decapitada y la insolencia es la consigna del futuro que vendrá.
Cada vez sostengo más la certeza de la calma solitaria. Cada vez me muestro en la congoja de un recuerdo de Libertad. Con los valores como bandera y el respeto que vilipendian en el directo de una piara de renegados que nunca consentirán el reconocimiento de su frustración
En estas lides y bajo la sospecha de una nueva temporada, espero unirme al sosiego del blog y departir la cotidianidad de los aullidos queridos.
Querido señor Jerry Lee, yo también espero (deseo, más bien) que se «re-una» al sosiego del blog y departa esa cotidianidad que, en su pluma, es poesía.
ResponderEliminarConfío en que haya disfrutado del verano ¡y en que nos haga disfrutar en el otoño con sus textos! ¡Seguro que sí!