Me encuentro solo bailando en la noche. La luna urge del contacto y la mente se dispersa ante las preguntas inciertas que con certeza hace de la duda una lagrima. La música se hace presente y la voz de Chris Isaak sigue siendo el aliciente de esta contracorriente que impulsa mis latidos, y hace incomprensible los ángulos diversos de la gente que se hace presente.
La calidad de la susceptibilidad se hace eco en la sensibilidad pretendida. Fuera suspicacias cuando el talante de la pose es sumisa y coscendiente. Los rayos lunares regresan rodeándote como la amante que fue. Mientras tú palabra este en suspenso, para seguir asimilando la sumisión constante del agrado y la dádiva venturosa del que crea provecho de la situación. En ese momento es preciso fornicar la noche y contemplar el voodoo, hacer las cuitas del gemido para parir un NO virulento que, sea causante de la inveterada razón del rebelde sin causa. Acopio de fuerzas para asirte al destino de la culpa, cercenando la injusticia de un tajo. Pero asistiendo a tu propio funeral en los sentimientos del ofendido, abusador pretendido de la situación. Acostumbrado al no enfrentamiento y al asistimiento del verbo afirmación. En el momento de la negación, toda carga expuesta sobre mi inocencia es consecuentemente privada de su presunción. Para enarbolar el caradura y aprovechado de la situación previa en el tiempo, del oprobio injusto hacia su persona. Si guardar gratitud por todo el beneficio conseguido gracias al ignorante. Es decir mi ego aterido al afirmativo consuelo del que pide favores.
Y así hablando conmigo un instante, he conseguido recapitular y ver que siempre me pasa lo mismo. La gente es interesada por se. En el momento que muestras valor para desterrar su codicia, la tachada se hace monumental. Para dar la vuelta a la tortilla y permitirse el lujo del enfado sin valorar y agradecer los servicios prestados.
Por eso valoro la soledad de este baile nocturno. Degustando el palpitar de un bourbon en trago corto y el ritmo vacilante del primer Lp del amigo Isaak. Huyendo en la noche con la única compañía de la luna y su negra silueta. Huyendo de la sociedad conocida. Homicida del sentimiento falsario, galopando con solvencia gallarda de los dichos y pensamientos equivocados.
Si a veces te pasa lo mismo, baila en la noche. Que tu sangre sea correntía pura, limpia tu karma y sacúdete de las visiones erróneas de los lacayos de lo ajeno.
Habla conmigo instante, nos ayudará a olvidar las dudas ofendidas y las verdades mancilladas. Que lo quijotesco del chacal, no sea consentido por miedo a su mordisco
Y así hablando conmigo un instante, he conseguido recapitular y ver que siempre me pasa lo mismo. La gente es interesada por se. En el momento que muestras valor para desterrar su codicia, la tachada se hace monumental. Para dar la vuelta a la tortilla y permitirse el lujo del enfado sin valorar y agradecer los servicios prestados.
Por eso valoro la soledad de este baile nocturno. Degustando el palpitar de un bourbon en trago corto y el ritmo vacilante del primer Lp del amigo Isaak. Huyendo en la noche con la única compañía de la luna y su negra silueta. Huyendo de la sociedad conocida. Homicida del sentimiento falsario, galopando con solvencia gallarda de los dichos y pensamientos equivocados.
Si a veces te pasa lo mismo, baila en la noche. Que tu sangre sea correntía pura, limpia tu karma y sacúdete de las visiones erróneas de los lacayos de lo ajeno.
Habla conmigo instante, nos ayudará a olvidar las dudas ofendidas y las verdades mancilladas. Que lo quijotesco del chacal, no sea consentido por miedo a su mordisco
Señor Jerry Lee, hablemos, ¡pero no un instante!, y leámosle simpre.
ResponderEliminarHermoso texto. ¡Gracias!