Coronavirus día 50
De reflexión familiar
En estas circunstancias y con las franjas decididas. Con la tertulia amiga y el vino en mano, el sábado es precursor de buen tiempo y esperanza.
Son tiempos difíciles, no tanto como en la novela de Charles Dickens pero la preocupación es moneda evidente. Cambio de turno en los días y la incertidumbre acotando los pasos para enfrentarse a una nueva normalidad.
Sabemos que la Libertad tiene un sacrificio y es la soledad. Muchas veces recuerdo los años últimos de mi padre en goce de salud cuando elegía patio o terraza. Ahora sé de su sabiduría al tender hacia su mismo gusto. Y es que el hombre es lo peor para el hombre. Aunque veo gestos amables y cotidianas hechuras de solidaridad en la plebeya masa como gustan de llamar seguramente en tono de desprecio algunos. No gusto ni comparto el tono violento de muchos discursos, incluso las valoraciones del personal que todo lo sabe y se sirve de bulos para amedrentar a la masa. Y siga siendo después de todo, un animal doméstico para domeñar su futuro. Mi disgusto y desacuerdo por los incendios y exageraciones de turno al pensar que es un problema local y no mundial. Por supuesto, las pandemias deben ser vencidas cuando muestran la cara. Así pues prefiero un discurso sosegado y tranquilo. Constructivo y sereno. Criticó y formativo. Por ello mi alegría al recibir el texto de mi querido primo Octavio. En muchas cuestiones podemos diferir políticamente pero en el fondo estamos de acuerdo en la esencia de un sentido común que pretenden desquitar. Ante esta iniciativa calmosa y con buen gusto democrático no debo más que quitarme el sombrero. Solicite el permiso necesario para compartir. Y gustosamente comparto porque a pesar de las diferencias la unión existe y desde esa conjunción la necesidad del discurso es evidente y demandada.
Son estos gestos los que me hacen seguir creyendo en las personas. Evitando cualquier discurso apocalíptico y medrando el temor de la opinión pública con algaradas de terror y pánico.
Agradecido Octavio publico hoy, nuevo día de confinamiento y apertura de fases.
Día 50. 2 de mayo 2020
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL COVID-19, NUESTRA SOCIEDAD Y LOS POLITICOS.
Se ha dicho y escrito mucho sobre ésta situación única y dramática que estamos viviendo, por ello perdonen mi osadía de escribir y repetir algunas cosas.
Gracias a Dios en mi familia estamos bien, pero como todo el mundo, tenemos muchos amigos que han enfermado y algunos han fallecido por Cov-19. Para todos ellos y los 22.524 difuntos oficiales (24-4-2020), mi más sentido pésame y mi acompañamiento desde la oración. Y mi primera indignación: no puedo entender como España no está de luto oficial con más de 30.000 muertos. ¿Cuesta tanto poner un lazo negro en la esquina de la TV, por lo menos en los informativos? La consigna oficial es no crear alarma, pero la realidad es la que es. Por respeto y homenaje a los difuntos y a sus familias, propongo un luto oficial hasta el día en que no haya ningún fallecido con Cov-19
La segunda reflexión y motivo de tristeza y honda preocupación va dirigida todos los trabajadores, autónomos y pequeñas empresas que lo están pasando francamente mal y que además tienen un futuro incierto con un parón de varios meses en la actividad y con las ayudas prometidas que, o no van a llegar, o van a ser completamente insuficientes.
Quiero hablar de nuestra sociedad. A nivel humano, esta pandemia que estamos viviendo, nos ha retratado a todos y a cada uno de nosotros: ha aflorado desde el primer día el generoso, el egoísta, el valiente, el cobarde, el ingenioso, el torpe, el divertido, el amargado, el héroe, el villano, etc, etc. En general ha salido lo mejor de nosotros y hay que poner un diez al comportamiento de la sociedad civil. No comparto la idea de que después de esto seremos mejores, el efecto grupal y el We are the World se pasa, y cada uno de nosotros volveremos a nuestras miserias, aunque espero que, por lo menos, minimizadas.
Ahora vienen los gremios profesionales, ¡CUÁNTO LE DEBEMOS A LOS SANITARIOS!, desde el celador hasta el médico catedrático jefe de servicio, los transportistas de enfermos (ambulancias, taxis, uber, etc), muchos los cuales han hecho su trabajo de forma voluntaria. ¡¡¡Qué valor!!!
Todos han sido auténticos héroes, porque los han lanzado a una guerra cuya existencia les habían negado:
«España no va a tener, como mucho,más allá de algún
caso diagnosticado”(Fernando Simón). Los sanitarios, todos, han ido a la guerra de
forma heróica, sin horarios pero sin casco. Los generales del ejército estaban pensando
en otras batallas (8-M) y han comprado las balas tarde y de fogueo, y encima los han
timado. El pobre soldado de la I Guerra Mundial que saltaba a la tierra de nadie al silbato
de su sargento, iba más preparado para enfrentarse a la muerte que nuestros sanitarios.
Cuando un sanitario cae enfermo, tampoco tiene cura, muchos de ellos todavía no han
podido hacerse ningún test, pero algunos generales ya llevan tres.
También han vuelto a dar la talla, como siempre lo hacen, todos los Cuerpos de
Seguridad del Estado y por supuesto los bomberos y voluntarios de cualquier
organización.
Dos palabras para mi sector, el primario. Hemos seguido trabajando desde el primer día.
Desde el jornalero hasta los gerentes, técnicos, ingenieros, contables, .. somos unos
privilegiados por ello, tanto económicamente como anímicamente. Pero lo importante es
que la sociedad nos va a valorar un poco mejor a partir de ahora, sin comida la gente se
muere también. Y todo sale del campo, desde lo más básico como el pan, hasta la ansiada
cerveza con aceitunas de la barra del bar con la que todos soñamos. No somos unos
cazaprimas, el objeto de las ayudas PAC es suplir la renta del productor y evitar que una
barra de pan valga 3 € o el kg de pollo 10 €.
Por último, queda el gremio de los políticos (los generales de la guerra). Aquí era donde
quería llegar. Han sido todos, salvo honrosas excepciones, un desastre completo, unos por
las acciones que han tomado y otros por su inacción. Muchos de ellos empezaron
despreciando y condenando a una muerte segura a nuestros mayores y casi acaban
llevando al campo de batalla a nuestros hijos. No voy a hacer un relato de lo acaecido
porque es conocido por todos, a pesar de las cortapisas que se están imponiendo en la
libertad de expresión y en los derechos fundamentales de nuestra Democracia.
Para conseguir cualquier puesto de trabajo, hay siempre una selección. El abogado del
estado debe hacer una carrera y después una fuerte oposición donde compite con los
mejores. Y para optar a una plaza del nivel más bajo en cualquier Ayuntamiento, debes
presentar tu CV y si tienes los requisitos académicos y/o profesionales que piden para el
puesto, pasas unas pruebas de selección.
Asíescomofuncionael mundoprofesional,conestudio,aprendizaje,esfuerzo,sacrificio
y experiencia. Que le pregunten a Nadal si le ha sido fácil llegar a donde ha llegado sin
todo esto.
Pero al político, aquél que va a gestionar nuestras vidas, no se le pide nada. Ni formación
académica ni experiencia profesional. Simplemente que sea amiguete de otro que ya está
en la rueda y a vivir. O se metió en el partido con 16 años y ahí está, pero no sabe nada
del mundo real. (Vuelvo a las excepciones, por supuesto que hay políticos que ejercen su
profesión de una forma honesta y eficaz).
El nivel profesional del Congreso actual es el más bajo de toda la historia Y todos
nosotros, como auténticos borregos, los votamos. Estamos locos de remate. La ausencia
de buenos gestores políticos, antes o después pasa factura: España tiene uno de los
mejores sistemas sanitarios del mundo, y en cambio es de los países que peor ha
gestionado esta crisis.
Aquí no se puede hablar de un partido, son todos iguales. El partido del cual fui afiliado
hasta cierto momento, al que le quité el voto en otro momento y hace unos meses se lo
volví a dar, tiene muchos dirigentes que no han hecho nada más en su vida que ser
políticos y la aportación a la sociedad ha sido muy escasa o nula. Pero no se van (estoy
pendiente de contestación de un mail de hace unos años).
El actual Gobierno tiene algunos ministros que con su CV no podrían trabajar en ninguna
empresa ni de chico de los recados (o chica, que aquí hay que utilizar lenguaje inclusivo).
Y el resto de los partidos tienen ejemplos similares entre sus filas.
Por todo ello, y con esto acabo, propongo que los integrantes de la sociedad civil
actuemos y exijamos políticos dignos, honestos y profesionales: que nadie pueda
ejercer de político de cierto nivel como diputados, senadores, ministros, presidente del
gobierno, directores generales, presidentes de diputación, alcaldes de ciudades grandes,...
sin avalar una titulación (que menos, para ser ministro o diputado) y una experiencia
profesional previa. Los que no lo cumplan, por favor, que se vayan a su casa (algunos
con jardín)
Y los que se queden, que cobren más dinero, porque nos va a salir mucho más barato
por la buena gestión que realizarán y por lo que ahorraremos en asesores.
Fdo. Octavio Fresneda Fernández
Gracias, señor Jerry Lee, por compartir más opiniones.
ResponderEliminarUn saludo a Octavio!!! Que razón tiene ... Nuestros mayores que nos ayudaron en la crisis del 2009 y ahora gobernantes universitarios...
ResponderEliminarSi lo son, claro esta!!! Que bofetada nos esta dando la realidad... Pandémica.
Un abrazo