Ir al contenido principal

"Sheryl Crow y el otoño"



Viene otoño preñado e impregnado de consignas. Arrastra la necesidad de la hoja caduca y su envoltorio es suceso baldío. Aleatoriamente la desnudez será la imposición de su peculio y el paisaje sencillo mostrará sus lamentos o pensamientos certeros. Otoño de triste pensar como un blues melancólico. Toma fácil el sentimiento y escapa como la noche que circuncida el día. 


Los ciudadanos serán condenados y el rugir audible de motores será atronador devaluando al silencio. A pesar de, ser nuestra arma de rebeldía. Arderán los propósitos y las cuentas de resultados serán motivo de entredicho. Volverán los látigos de la incapacidad y los verbos serán imperativos. 


Reposo apoyado en su regazo. Desnudos como el otoño mientras Sheryl Crow canta All I wanna do. Tan cierto como los olvidos que se plantean. Humilde el propósito, como difícil de pergeñar su sentido en este mundo de tiburones y brujas de solsticio. Tal y como reza lo único que quiero y deseo es divertirme antes de morir. Una filosofía sencilla como el vestido otoñal que cierne sobre septiembre. Por qué todo lo haremos tan complicado. 


Ella multiplica sus brazos en un abrazo y su beso es un lametón de risa cómplice. Porque realmente eso es todo lo que quiero como Sheryl. 


Retazo libre 8 de septiembre. Día de Extremadura


Comentarios

  1. Un texto tan rico que invita a detenerse en él y a disfrutar de la música de Sheryl Crow. ¿Qué más se puede pedir?
    Enhorabuena, señor Jerry Lee.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“Buen deseo sea otorgado”.

En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas.  Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla.  Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo.  Feliz Navidad. Alma y aullido.   Ja...

¿Y a ti, qué te han “echao” los Reyes?

Artículo publicado el diario digital La Opinión de Trujillo el 14/01/2013 Afrenta de fiebre, discurso de sábana y sudor. Así he estado hoy, con la cuita de la dama y la gripe ahogándose en los efluvios de los minutos transcurridos. Es el frío que llegó y aventó mis huesos. Es el pronombre enfermo de la humedad en las casas vacías. Son los Reyes Magos de mi pueblo que me regalaron la gripe a pesar de braseros y estufas, de calefacciones eléctricas que no calientan nada más que las facturas de los que pagan. Y así, la paja de mi cuerpo se heló en el frío interno que, por fin, me postró en cama un domingo de enero. En esta situación reviví una situación de días pasados. Un viejo amigo me encontré en la tertulia de un café. Javi Jerry Lee, al que conocí allá por el año 87 u 88 y desde entonces acompaña los pasos de mi vida, con mayor o menor intensidad. Pues bien, después del intercambio de saludos y de puesta al día de lo que ya conocimos, se aprestó a criticar plausiblemente cierta...

"Que nos pongan a Loquillo!!" Parte Primera.

!!Qué nos pongan a Loquillo !!", era nuestro grito de guerra. Nuestro lema en tiempos de adolescencia de rebeldes por descubrir. Cada vez que estábamos en un garito y la esencia de la noche se había transmitido a nuestra labia y, para que no decayese el pulso del rock and roll gritábamos la consigna. Era un aliento de vida y esperanza. Una noche eterna de felicidad compartida. Todos juntos al sonido del viejo cadillac solitario. Un himno del que todos nos creímos héroes. Arropados en un abrazo al desamor o a cualquier desventura de jóvenes airados. Canciones que compartíamos vivíamos y aprendimos a crecer con ellas. El otro día sueño de agosto se hizo realidad. El marco como diría el tópico ideal, el castillo de Trujillo. Pero el marco espacio temporal fue más real todavía horas antes. Como cualquier tipo que vive su canción las tareas de la cotidianidad no hay que olvidarlas. Sábado mañanero de bombona y carrito. De compras y aseveración mundana de recados varios. Term...