Nací en los estertores de un año cualquiera, arrebatado como buen Sagitario por la flecha que dañó mi corazón. Con la diatriba del nacimiento en otro tiempo me fui adaptando a pesar de mi timidez. Con la luna sangrando y el porte de un aullido solventé los traumas de adolescencia. Aunque alguno me guarde y gasto en la apostura que me viste la Vida orgullosa del disfrute. Por bandera el vive y deja vivir. Apenas una calada de tiempo es gustosa para apreciar los instantes y con cada sorbo el canalla de buena fe emerge con sonrisa pícara. A veces, las nubes del norte velan y como navío mercante de impropias mercancías arribó bandera y muestro ausencia o un silencio tenue. Igual que procuro no molestar, no importa su molestia sino es excesiva. Y a falta de tango, como abuelo, un buen rock and roll siempre es talismán. Quiera la vida y sus licencias tacharme de alguna desventura pero, soy agradecido por la realidad que sustento, aunque a veces, sea un perdedor con sonrisa de ganador. Otras, en cambio, una muestra de templanza vale como moneda de supervivencia. Queda la huella indeleble de los pasos venturosos de libre doncel. Quedan los pasos tranquilos que me asisten con la ilusión como percutor de los alicientes que vendrán. Calibre el colibrí el aleteo de la natura en la cuestión de la jaula societaria. Muchas cadenas se impondrán pero siempre la virtud libertaria correrá al encuentro. Quizás la solvencia de los duelos en el ok Corral sea la sentencia cotidiana para que se vea equilibrada por los anhelos de un tipo soñador y pergeñado en la aureola del rebelde sin causa. Hágase la voluntad del que lucha y emerge con la voluntad de la buena fe entre las cloacas del submundo vacilante. Quiera la hora constante, la presencia de la idea atada a los valores que se pierden y con los visos de un orden perdido, la supervivencia del estilo sea natura compuesta del hombre con clase. Solo así, estaremos fuera del bien y del mal. Solo así, detestaremos al arrogante y por ende nuestra conciencia será satisfecha. Como cualquier lucky lucke a la espera de la puesta de Sol. Madrid sigue arrojando desperfectos y mutilando sentimientos. Madrid sigue creando ejecutivos que se creen poderosos, melindrosos de poco porte y tragaldabas arrogantes que por un puesto impuesto y rastrero se creen los shérif del lugar. Podredumbre que no emponzoña las frases de mis ideales y los versos de mis sentidos.
En madrid a 21 de septiembre de 2018
Estimado señor Jerry Lee, otro de sus textos leídos y otro de sus textos disfrutado. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarY siguiendo la temática de su prosa, pase lo que pase, ¡que la vida nos encuentre siempre con los botas puestas!