Ir al contenido principal

Coronavirus Día 2

Que atrevida es la ignorancia. Tan cierto como lo que está pasando ahora.

Hace unos días, antes de entrar en proclamas alarmistas sobre los rollos de papel higiénico y antes de que los abrazos y besos fueran desdibujados de nuestra cotidianidad. Paseaba yo con mi canido, a cobijo de una luna encantadora. Ensimismado en mis pensamientos y atendiendo al caprichoso paseo, elegido al azar por la mascota. Yo, era únicamente  vigilante de sus pasos. Sorprendido en mi caminar por la advertencia de un conserje de noche, que recogía los cubos de basura. Me conminaba a que tuviera cuidado con el lugar donde micionaba mi perro, que atentaba contra las paredes de su comunidad.

Ante tal reproche injustificado, no tuve más remedio que contestar: -" Por si no se ha percatado usted, caballero. Lo que llama perro no es de género masculino sino femenino. Es decir, perra. Por si usted no lo sabe, las perras orinan a la manera de sentado. Con lo cual hubiera habido algún rastro en forma de gotas o Charquitos sobre los adoquines. Cómo podrá ver no hay ninguno. Por otro lado, los perros son los que mean levantando una de las patas traseras. Ocasionando manchas en la pared o en las esquinas, mayormente. En este caso tampoco observo que se haya dado este motivo de actuación".

El brete relatado de la noche de autos, lleva a reflejar lo que está pasando. Carencia de valores, falta de respeto e incivismo en muchos ciudadanos que, con actitudes irreflexivas y poco solidarias hacen caso omiso a las recomendaciones de las autoridades competentes.

Eso si, con decir que la culpa es de los políticos, ya tenemos la patente de corso para hacer lo que a uno le dé la real gana. Por favor, ante todo la conciencia y el sentido común. La responsabilidad y el amor al prójimo. Aunque sea solo por el hecho egoísta de salvaguardar a los tuyos.

A pesar de todo, la conciencia ciudadana, a las Díez de la noche ovacionó y aplaudió como agradecimiento al personal sanitario y de salud pública, la labor que están desempeñando. Apelando al trabajo y a la solidaridad de todos estos profesionales. Quiero agradecer también la labor de todo el personal que de una u otra manera hace que esta vivencia sea menos caótica.



Por supuesto, no permitan que la ignorancia se atreva. Reprendanla si es necesario, y ayúdenla a comprender y a conocer.

Sábado 15 de marzo de 2020. Segundo día de encierro 

Comentarios

  1. «Por favor, ante todo la conciencia y el sentido común. La responsabilidad y el amor al prójimo. Aunque sea solo por el hecho egoísta de salvaguardar a los tuyos»: perfecto decálogo para estos días... y todos.
    ¡Bravo, señor Jerry Lee!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“Buen deseo sea otorgado”.

En el silencio de la noche resuenan con alegría los cánticos de mi tierra. Y es ese recuerdo el que hace aflorar el sentimiento de la blanca navidad. Destellos y ráfagas de valores desgastados con el tiempo. Ajados por el desuso y el derrumbe de las buenas intenciones y los actos honestos, humildes consignas de una fe humana resquebrajada en los tiempos de fechas celebradas.  Por ello sana es la intención del buen deseo. Que no sea quimera como fiebre de vil metal. Costumbre cabal y querida la de una ilusión sentida año tras año al privilegio de la amistad sostenida en la vida. Al compromiso vital de hallar la estima y la Salud en carta cabal y en la fortuna dichosa de agradecer y sentir la vida cada día. Porque como la Navidad sea una plegaria constante en el nuevo año que te contempla.  Como diría el Papa Francisco: “No vivamos una fiesta falsa y comercial”. Complicado empeño aunque resuenen los cánticos de Mi Pueblo.  Feliz Navidad. Alma y aullido.   Ja...

Vetado.

Definitivo, no puede ser más claro. Cuando sopesas el hecho y crepitas con un no el oído del receptor, la consigna de enfado y decepción se convierte al instante en un perentorio objetivo sobre tú persona. El desafío es evidente. Pero tanto consentimiento cansa cuando se es presa de un continuo egoísmo que ignora el padecer de la primera persona.  A veces la empatía no debe ser unívoca. Debe constar como una bi dirección de entendimiento. Porque el veto negativo porque si tampoco tiene razón de ser.  15/09/21

Coronavirus día 34 Sara y el virus

Coronavirus. Día 34 “Sara y el virus” Como os dije ayer, un proyecto pretendía de nuestra colaboración. Presto confirmé la prestancia de mi intento. Sobre todo por la amistad que nos une. También como solvencia del Peter Pan que llevó dentro. Y que mi hija sea protagonista de unas aventuras pergueñadas por su padre y legado de la memoria. A la vez que impulsor de ciertos valores.  *el enlace  https://youtu.be/R9Nd0ME1r0Q os lleva al cuento oral. Posiblemente os guste más. Mis próximas colaboraciones en forma de cuentos podrán verse en  https://comunicabienestar.wordpress.com El cuento dice así.  La pequeña Sara en un día lluvioso miro por la ventana. Los cristales reflejaban tristeza. Y el ambiente era oscuro.  Al día siguiente la lluvia dejó las calles. Sara volvió a asomarse a la ventana. Con la cara expresó gestos claros. Un primero de asombro y sorpresa. Otro de duda. Acudió a su padre y le preguntó: Papá, papá. ¿Por qué el día es tris...