Que atrevida es la ignorancia. Tan cierto como lo que está pasando ahora.
Hace unos días, antes de entrar en proclamas alarmistas sobre los rollos de papel higiénico y antes de que los abrazos y besos fueran desdibujados de nuestra cotidianidad. Paseaba yo con mi canido, a cobijo de una luna encantadora. Ensimismado en mis pensamientos y atendiendo al caprichoso paseo, elegido al azar por la mascota. Yo, era únicamente vigilante de sus pasos. Sorprendido en mi caminar por la advertencia de un conserje de noche, que recogía los cubos de basura. Me conminaba a que tuviera cuidado con el lugar donde micionaba mi perro, que atentaba contra las paredes de su comunidad.
Ante tal reproche injustificado, no tuve más remedio que contestar: -" Por si no se ha percatado usted, caballero. Lo que llama perro no es de género masculino sino femenino. Es decir, perra. Por si usted no lo sabe, las perras orinan a la manera de sentado. Con lo cual hubiera habido algún rastro en forma de gotas o Charquitos sobre los adoquines. Cómo podrá ver no hay ninguno. Por otro lado, los perros son los que mean levantando una de las patas traseras. Ocasionando manchas en la pared o en las esquinas, mayormente. En este caso tampoco observo que se haya dado este motivo de actuación".
El brete relatado de la noche de autos, lleva a reflejar lo que está pasando. Carencia de valores, falta de respeto e incivismo en muchos ciudadanos que, con actitudes irreflexivas y poco solidarias hacen caso omiso a las recomendaciones de las autoridades competentes.
Eso si, con decir que la culpa es de los políticos, ya tenemos la patente de corso para hacer lo que a uno le dé la real gana. Por favor, ante todo la conciencia y el sentido común. La responsabilidad y el amor al prójimo. Aunque sea solo por el hecho egoísta de salvaguardar a los tuyos.
A pesar de todo, la conciencia ciudadana, a las Díez de la noche ovacionó y aplaudió como agradecimiento al personal sanitario y de salud pública, la labor que están desempeñando. Apelando al trabajo y a la solidaridad de todos estos profesionales. Quiero agradecer también la labor de todo el personal que de una u otra manera hace que esta vivencia sea menos caótica.
Por supuesto, no permitan que la ignorancia se atreva. Reprendanla si es necesario, y ayúdenla a comprender y a conocer.
Sábado 15 de marzo de 2020. Segundo día de encierro
Ante tal reproche injustificado, no tuve más remedio que contestar: -" Por si no se ha percatado usted, caballero. Lo que llama perro no es de género masculino sino femenino. Es decir, perra. Por si usted no lo sabe, las perras orinan a la manera de sentado. Con lo cual hubiera habido algún rastro en forma de gotas o Charquitos sobre los adoquines. Cómo podrá ver no hay ninguno. Por otro lado, los perros son los que mean levantando una de las patas traseras. Ocasionando manchas en la pared o en las esquinas, mayormente. En este caso tampoco observo que se haya dado este motivo de actuación".
El brete relatado de la noche de autos, lleva a reflejar lo que está pasando. Carencia de valores, falta de respeto e incivismo en muchos ciudadanos que, con actitudes irreflexivas y poco solidarias hacen caso omiso a las recomendaciones de las autoridades competentes.
Eso si, con decir que la culpa es de los políticos, ya tenemos la patente de corso para hacer lo que a uno le dé la real gana. Por favor, ante todo la conciencia y el sentido común. La responsabilidad y el amor al prójimo. Aunque sea solo por el hecho egoísta de salvaguardar a los tuyos.
A pesar de todo, la conciencia ciudadana, a las Díez de la noche ovacionó y aplaudió como agradecimiento al personal sanitario y de salud pública, la labor que están desempeñando. Apelando al trabajo y a la solidaridad de todos estos profesionales. Quiero agradecer también la labor de todo el personal que de una u otra manera hace que esta vivencia sea menos caótica.
Sábado 15 de marzo de 2020. Segundo día de encierro
«Por favor, ante todo la conciencia y el sentido común. La responsabilidad y el amor al prójimo. Aunque sea solo por el hecho egoísta de salvaguardar a los tuyos»: perfecto decálogo para estos días... y todos.
ResponderEliminar¡Bravo, señor Jerry Lee!